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Disney trae de vuelta a Robert Iger para navegar la crisis

El gigante del entretenimiento sustituye a Bob Chapek con el veterano ejecutivo, que había abandonado la empresa en 2021

Luis Pablo Beauregard
Robert Iger, durante un evento organizado por 'The Wall Street Journal' en 2019.
Robert Iger, durante un evento organizado por 'The Wall Street Journal' en 2019.Mike Blake (Reuters)

Está de vuelta. Robert Iger, uno de los ejecutivos de Hollywood más importantes en décadas, vuelve al timón de Disney. El gigante del entretenimiento ha anunciado la tarde de este domingo, de manera sorpresiva, que el veterano ejecutivo regresa al cargo que ejerció durante 15 años, sustituyendo a Bob Chapek. Este lunes, las acciones de la empresa repuntaban con fuerza, casi un 10% tras la apertura de Wall Street. “Es con un increíble sentido de gratitud y humildad y, debo admitir, con algo de sorpresa, que escribo para anunciar que vuelvo a la compañía como consejero delegado”, escribió esta tarde Iger, de 71 años, a los empleados en un correo electrónico citado por la cadena NBC. La empresa decepcionó a los inversionistas en la presentación de resultados del pasado trimestre, cuando registró pérdidas por 1.500 millones de dólares y preparó el terreno para llevar a cabo varias medidas de ahorro, entre estas recortes de personal.

Susan Arnold, quien desde enero ocupa la presidencia de The Walt Disney Company (un cargo que Iger desempeñaba junto con el de consejero delegado hasta que las responsabilidades fueron separadas), fue quien dio la noticia. “El consejo ha concluido que mientras Disney se embarca en un periodo de creciente complejidad en la transformación de la industria, Bob Iger mantiene una posición única para liderar a la empresa a través de esta etapa transformativa”, indicó Arnold en un comunicado. La presidenta agradeció a Chapek sus 32 meses al frente de la empresa, particularmente “por los retos sin precedentes de la pandemia”.

El comunicado del consejo señala que Iger estará al frente durante dos años, tiempo en el que ayudará a los ejecutivos a “desarrollar” un sucesor que quede a cargo cuando finalice el periodo. En una entrevista con The New York Times de principios de este año, Iger descartó que volviera al cargo que desempeñó durante más de una década. “Es ridículo”, le dijo a la periodista Kara Swisher. “No puedes volver a casa otra vez. Ya me he ido”, añadió.

Aquellas palabras querían terminar con uno de los rumores más extendidos en la industria del entretenimiento, donde corría por los pasillos el runrún de que Chapek sería despedido. Diez ejecutivos de medios dijeron a CNBC sus predicciones para 2022. Una de estas era el retorno de Iger. Parte del ruido también fue generado por decenas de miles de fanáticos de la compañía, quienes nunca encontraron en Chapek, quien se encargaba fue el encargado de los parques de diversiones y productos, al líder carismático que fue Iger. Este, además, es responsable de haber dado forma al poderoso actor que es Disney en Hollywood. Fue él quien negoció la compra de Pixar, Marvel y Lucasfilm, que han hecho de la propiedad intelectual un motor económico del estudio. En 2018, en lo que fue el último gran negocio cerrado por él, hizo que la casa de Mickey Mouse absorbiera 21st Century Fox, una de las marcas tradicionales de Hollywood, tras una operación de más de 70.000 millones de dólares.

Iger trabajó para crear el arsenal con el que Disney lucharía en la guerra del streaming con Netflix y Amazon. La empresa lanzó Disney+ en noviembre de 2019. Con más de 235 millones de abonados en todo el mundo, su crecimiento ha representado un gran costo. La compañía ha perdido más de 8.000 millones de dólares. En el trimestre más reciente, la sangría fue de cerca de 1.500 millones, más del doble de lo que se dejó en el mismo periodo de 2021. Las acciones cayeron un 12% tras la presentación de resultados. Los títulos se han dejado el 41% de su valor en 2022. Chapek había pedido paciencia a los inversionistas explicando que esperaban que la plataforma fuera rentable a partir de 2024.

El breve paso de Chapek quedará marcado por la polémica. El lanzamiento en Disney+ de Viuda Negra, una película de Marvel protagonizada por Scarlett Johansson, provocó que la estrella demandara a la compañía por incumplimiento de contrato. La celebridad argumentaba que al ofrecer la cinta en streaming afectaba el porcentaje de ingresos que ganaría con el estreno en las salas.

Pero quizá la controversia más sonada fue política. El ejecutivo fue testigo de una revuelta interna cuando Disney guardó silencio ante la negociación de una ley conservadora que restringía la educación sexual y temas de género a los menores de Florida, donde la compañía tiene su parque de atracciones más lucrativo. Esto provocó el rechazo de cientos de empleados, quienes organizaron protestas en las oficinas en Orlando y Burbank, en California. Ante la escalada de la tensión interna, Chapek metió reversa y reconoció el error, prometiendo luchar por los derechos de la comunidad LGBTQ+. El cambio de estrategia, sin embargo, le provocó un choque con el gobernador Ron DeSantis, una de las estrellas dentro del partido republicano.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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