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El Gobierno destina 750.000 euros al estudio de un túnel ferroviario entre España y Marruecos

Madrid y Rabat discutirán la construcción de una galería submarina de exploración, que luego podría destinarse a fibra óptica o tendido eléctrico

La costa de Marruecos, vista desde Tarifa.
La costa de Marruecos, vista desde Tarifa.Antonio Hugo (Getty Images)
José Luis Aranda

El Proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2023 consagra 750.000 euros, por segundo año consecutivo, para el estudio de un túnel ferroviario que una España y Marruecos bajo el Estrecho de Gibraltar. Así lo recogen las cuentas públicas, que señalan que la transferencia de capital a la empresa pública Secegsa “supondrá el paso definitivo y necesario para estar en disposición de iniciar los procesos de construcción de la obra”. Fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sin embargo, rebajan el alcance de esas partidas y aseguran que “no se ha reactivado el túnel”. Argumentan que la empresa estatal no puede acometer ninguna obra sin el acuerdo con su contraparte marroquí, la Société Nationale d’Études du Détroit (SNED) y que el proyecto se encuentra en fase meramente prospectiva.

Secegsa son las siglas que identifican a la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar. Se trata de una empresa del Estado que se constituyó en 1981 para impulsar una idea centenaria, pero que en 1979 se había solemnizado en un encuentro entre Juan Carlos I y Hassan II: unir España y Marruecos con una infraestructura fija. Para ello se iniciaron estudios, que en 2007 culminarían en un proyecto conjunto de túnel firmado por Secegsa y SNED. La solución escogida se asemejaba a la unión submarina entre Francia y el Reino Unido bajo el Canal de la Mancha: un corredor ferroviario con capacidad de transportar convoyes de pasajeros, de mercancías o de vehículos motorizados.

Aprovechando la recepción de los fondos europeos de recuperación por el coronavirus, en los que los corredores ferroviarios suponen un punto clave del avance hacia la descarbonización del continente, el Gobierno decidió avanzar en esa idea conectar Europa y África. Para ello, según detalló el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se destinarían 2,3 millones de euros a la “actualización del anteproyecto” de 2007. De ese dinero, los presupuestos han dedicado ya 1,5 millones, a razón de 750.000 en el presente ejercicio y otros 750.000 en el próximo, tal y como ha adelantado eldiario.es, siempre que las cuentas presentadas la semana pasada reciban la aprobación parlamentaria.

Obra a “muy largo plazo”

Secegsa depende del Ministerio de Transportes, al que remiten en la empresa pública al ser preguntados por estas partidas. Una portavoz del departamento que encabeza Raquel Sánchez sí señala que se trata de una “típica partida como la que recibe cualquier empresa pública para su funcionamiento”. “El objeto social de Secegsa está limitado a la realización de estudios, nunca obras”, añade. El túnel es un plan “a muy largo plazo”, ya que “cualquier construcción que se realice en el futuro implicaría un nuevo acuerdo bilateral con Marruecos”, como prevén los acuerdos entre ambos países.

No obstante, en Transportes sí señalan que el dinero que se destina ahora tiene “un objetivo realista a corto-medio plazo”. Este es “la construcción de una galería de reconocimiento que permita identificar características geomecánicas”. Es decir, una perforación en el subsuelo de ambos países, “cuya construcción tendría una duración mínima de cinco años” y sobre la que Rabat tiene que dar el visto bueno. “Se discutirá con las autoridades marroquíes en la próxima reunión de las dos sociedades [Secegsa y SNED] durante el mes de noviembre”, precisa la portavoz ministerial. Esa obra tendría una “ventaja”, según Transportes, y que se podría aprovechar luego para “trasladar por ella otros activos, tales como fibra óptica o líneas de energía de alta tensión”.

La inyección de 1,5 millones es la mayor que recibe el proyecto por el lado español en mucho tiempo. Según las cuentas de la empresa pública de 2021, en los últimos 10 ejercicios había percibido unos 882.000 euros en subvenciones del Estado. Aunque tenía un remanente de más de dos millones en fondos pendientes de ejecutar desde su constitución. Hasta los presupuestos de 2022, las partidas más generosas de la historia reciente eran los 382.000 euros de 2012 y los 200.000 euros de 2015. Ambas cifras se alejan mucho de los 10 millones que entre 2005 y 2006 destinó el entonces Ministerio de Fomento. Estos se concretarían en el proyecto presentado en 2007, que la Gran Recesión puso en compás de espera y con los años se ha quedado desactualizado. El tiempo dirá si los fondos europeos logran reavivar una idea con la que España, según la documentación ministerial de la época, lleva coqueteando desde 1869.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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