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Los carburantes encadenan la mayor bajada de precios desde el inicio de la pandemia

La gasolina suma siete semanas abaratándose y el gasóleo seis, lo que no sucedía desde la primavera de 2020, aunque los importes siguen siendo muy elevados en términos históricos

Un conductor reposta en una gasolinera de Zaragoza, el 4 de agosto. Foto: JAVIER BELVER (EFE) | Vídeo: EPV
José Luis Aranda

Siete semanas lleva la gasolina bajando el precio y seis semanas el gasóleo. Es ya el episodio de abaratamiento de los carburantes más intenso desde el que se vivió al principio de la pandemia, cuando los confinamientos provocaron que durante más de dos meses retrocedieran los importes. Desde finales de junio, la gasolina y el diésel acumulan sendas caídas del 13,1% y del 11,7%, respectivamente. Pese a ello, ir a la gasolinera sigue saliendo caro en términos históricos, incluso contando con el descuento obligatorio de 20 céntimos que instauró el Gobierno, porque aún no se compensa la gran escalada de precios que se vivió en las semanas anteriores.

De acuerdo con los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicado este jueves, la gasolina se paga de media en España esta semana a 1,861 euros por litro. El gasoil es algo más barato, con 1,854 euros por litro. Estos son los importes con impuestos incluidos y antes de aplicarles la bonificación obligatoria. En ambos casos se abaratan algo más de un 2% con respecto a la semana pasada y siguen por encima de la media europea.

Contando con la ayuda de 20 céntimos que entró en vigor en abril, en surtidores la gasolina sale a 1,661 euros y el gasóleo a 1,654 euros por litro. Es aproximadamente lo que se pagaba a principios de marzo, cuando el efecto de la guerra de Ucrania ya se hacía notar pero los carburantes todavía no se habían disparado. Para llenar un depósito mediano (55 litros) habría que desembolsar unos 91 euros con ambos tipos de combustible. Se trata de un ahorro respecto a los 107 euros que había que pagar por repostar gasolina a finales de junio, o los 105 euros por hacerlo con diésel.

La gasolina alcanzó su máximo precio histórico en la penúltima de junio, con 2,142 euros por litro (sin el descuento obligatorio). El gasoil lo haría siete días después, con 2,100 euros por litro. Desde entonces, ambos carburantes se han abaratado sistemáticamente y, de hecho, hacía mucho tiempo que no se vivía una circunstancia semejante. A finales del año pasado —cuando los precios ya estaban tensos por desajustes de oferta y demanda en la recuperación pospandémica, pero lejos de los niveles que alcanzarían luego con la tensión bélica— llegaron a bajar cinco semanas consecutivas. Pero lo hicieron en porcentajes casi insignificantes (con un 2,4% de abaratamiento en total para la gasolina y un 3% para el diésel).

Temor a una recesión

Hay que remontarse, por tanto, a los primeros tiempos del coronavirus en Europa para encontrar un antecedente. A partir de la primera semana de marzo (una antes de que se decretara el primer estado de alarma en España) la gasolina se abarató durante nueve semanas seguidas para caer un 17,5% en total. El gasóleo sumó una más, ocho, y su porcentaje de bajada fue del 22,5%. Al margen de esa situación excepcional de restricción de la movilidad, otra situación similar se vivió entre finales de 2018 y principios de 2019 (entonces con caídas acumuladas de precios similares a las de ahora, ya que la gasolina se abarató en total un 13,1% y el diésel un 11,5%).

¿Es consistente la actual caída de precios o volverán a subir? Antoni Cunyat, profesor colaborador de Economía de la UOC, destaca que en la ecuación ha aparecido “un elemento nuevo que no había hasta ahora”. Se refiere a “la recesión efectiva en EE UU y la amenaza de recesión en Europa”. “Es lo que está cambiando las tendencias: los mercados están anticipando este escenario negativo de una menor demanda y eso se traslada a los precios”, desarrolla.

El experto creo que vamos hacia “un periodo de curva plana o incluso dientes de sierra pero con tendencia descendente”. Es decir, que los precios poco a poco se irán abaratando, aunque puntualmente puedan subir alguna semana. Pero si el escenario internacional se mantiene como está ahora, duda que los carburantes vuelvan a escalar hasta niveles de junio. Tampoco, lamentablemente para los conductores, considera que el recorrido de caída sea muy amplio. “Creo que será difícil ver en el medio plazo los niveles de precios previos a la guerra de Ucrania”, afirma Cunyat.

Víctor Ruiz Ezpeleta, profesor de OBS Business School, cree que, al temor a una recesión en EE UU y Europa, se unen la situación de China (”que no está teniendo el ritmo de aceleración que esperaba”) y su política de covid cero (”que hace que las industrias trabajen menos”). Todo ello redunda en una caída de la demanda en un momento en el que, además, la oferta de crudo ha subido por varias razones, como el mayor bombeo en Libia o la liberación de reservas estratégicas por parte de Washington. “Si subes la oferta y baja la demanda es evidente que el precio baja”, indica el economista, quien cree que “la tendencia parece que va a ser así en los próximos dos o tres meses”. La incertidumbre geopolítica y el hecho de que EE UU ya haya anunciado que dejará de liberar reservas en octubre, argumenta, pueden provocar una nueva sacudida en el mercado.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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