António Costa reivindica el peso de España y Portugal para abastecer de energía a los países comunitarios

El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, quiere extender la cooperación ibérica, que ha permitido sacar adelante un mecanismo excepcional para limitar el precio del gas y reducir su impacto en la factura eléctrica, a otros terrenos. El más urgente tiene que ver con el papel que la Península puede desempeñar como territorio de entrada de energía hacia el resto de Europa, ahora que la guerra en Ucrania hace necesario encontrar vías y suministros alternativos a Rusia. “Con lo que ya está instalado en la península Ibérica y con pequeñas inversiones, tenemos capacidad para atender casi el 30% de las necesidades energéticas de Europa”, ha asegurado este viernes durante un almuerzo con 200 empresarios portugueses y españoles celebrado en Lisboa. “Todos los países del centro de Europa tienen urgencia para resolver este asunto. En el último Consejo Europeo se habló de la importancia de la península Ibérica para reforzar la seguridad energética. España y Portugal tienen que aprovechar esta ocasión única”, ha recalcado Costa.

Para esto es necesario mejorar las conexiones de las infraestructuras energéticas ibéricas hacia Francia, aunque el primer ministro ha avisado de que si la vía de los Pirineos resulta inviable se podría recurrir a la vía marina. El Gobierno portugués apuesta por convertir el puerto de Sines en una plataforma de distribución de gas hacia el resto de Europa, que contempla tanto el aumento del transporte por barco como por gasoducto hacia Francia. “Ha sido necesaria una guerra para llegar a este nuevo consenso europeo sobre la necesidad de aumentar la capacidad de producción de energía, las rutas de distribución y las fuentes de producción”, ha señalado.

En el acto organizado por la Cámara de Comercio Luso Española, Costa ha repasado todos los sectores económicos en los que ambos países pueden ir de la mano para ganar competitividad. “Tenemos las condiciones naturales para ser abastecedores de energía a Europa”, ha destacado, en alusión al desarrollo de las fuentes renovables ya existentes y a otras que son apuestas futuras como el hidrógeno verde. Portugal, de hecho, aspira a producir el 80% de su energía eléctrica en 2026 con fuentes renovables.

António Costa ha remarcado que España y Portugal deben aprovechar sus grandes reservas de litio para generar valor añadido en el proceso de tratamiento del mineral y en el ensamblaje de las baterías eléctricas. Además, ha abogado por convertir a la Península en un polo de producción industrial y electrónica. “La apuesta de la UE por la relocalización de las industrias que se habían deslocalizado no puede quedarse en la Europa del Este”, ha advertido.

Más ambiguo ha sido el primer ministro respecto a la conexión por alta velocidad entre los dos países. Más allá del proyecto del corredor atlántico, que conectará Vigo, Oporto y Lisboa, Costa no ha dado detalles sobre el resto de proyectos, en especial el enlace entre las dos capitales ibéricas. “Lo importante es saber cómo Portugal se adapta a la red de alta velocidad, no tanto si hay una línea entre Lisboa y Madrid. Tenemos que decidir si queremos estar dentro o fuera de la alta velocidad”, ha dicho. El primer ministro ha aludido a la próxima cumbre hispano-lusa, que se celebrará en otoño en la región portuguesa de Minho, para abordar el asunto con el Gobierno español.