El ministro de Medio Ambiente de Portugal: “Los consumidores españoles y portugueses serán tratados por igual tras el límite al precio del gas”

El ministro de Medio Ambiente y Acción Climática de Portugal, Duarte Cordeiro, está convencido de que el desarrollo normativo del nuevo mecanismo ibérico que fija límites en el precio del gas para bajar la tarifa eléctrica es “simétrico” entre los dos países, aunque se mostró dispuesto a incorporar cualquier aclaración si se detectase alguna diferencia entre las normas de España y Portugal. “Los consumidores españoles y portugueses serán tratados por igual; nuestra intención es que no haya diferencias. Consideramos que lo hemos hecho de forma similar, pero estamos disponibles para hacer cualquier clarificación si fuese necesario”, ha declarado a EL PAÍS.

Ambos países publicaron sus decretos al mismo tiempo, pero no exactamente con el mismo detalle. Mientras que el español es un texto pormenorizado y extenso, el portugués es mucho más reducido y generalista porque una parte de la norma será desarrollada por la Entidade Reguladora dos Serviços Energéticos (ERSE), el organismo independiente que actúa sobre los sectores del gas natural, la electricidad y los combustibles. Estas diferencias regulatorias explican, según el ministro luso, la disparidad entre ambos decretos. “Tenemos procesos de construcción regulatoria distintos. En nuestro caso, ERSE asume parte del proceso, por eso los decretos tienen esas diferencias. Lo que interesa es que al final sean simétricos y la aplicación sea idéntica”, indicó este miércoles durante una conversación telefónica.

Duarte Cordeiro asegura que los clientes portugueses sujetos a tarifa de electricidad fija tendrán que asumir los costes de compensación a las centrales de gas por la aplicación del nuevo mecanismo cuando renueven o prorroguen sus contratos, al igual que ocurrirá con los consumidores españoles. “Esa es nuestra interpretación”, señaló. Aunque sin aventurar plazos para la aprobación definitiva del acuerdo ibérico por parte de Bruselas, sí afirma que “la parte más difícil ya fue elaborada por Portugal y España”. En este momento”, dice, “la Comisión tiene todo para hacer un análisis rápido”.

Según sus estimaciones, los consumidores portugueses se habrían ahorrado un 18% en la factura de la luz en el primer trimestre del año si hubiera estado en vigor el sistema ibérico que han negociado ambos países con Bruselas para tratar de amortiguar el impacto del precio del gas en el precio de la electricidad. En España, su homóloga Teresa Ribera calcula que el límite al gas llevará a una rebaja de “entre el 15% y el 20%” en el recibo de los hogares que cuentan con una tarifa regulada (cuatro de cada 10), una proyección que Cordeiro también asume como propia.

La mayoría de portugueses, en el mercado libre

A diferencia de lo que ocurre en España, la mayoría de los consumidores de Portugal están en el mercado libre: casi 5,45 millones (el 85,4% del total) pagan precios pactados en contrato con sus comercializadoras de energía, lo que les ahorra oscilaciones bruscas en la factura. Con el nuevo mecanismo, estos consumidores tendrán que asumir el coste de la compensación a las centrales de ciclo combinado si hay diferencia entre el precio de referencia del gas y el precio de compra para producir electricidad.

La formación de la tarifa regulada es también distinta entre los países. En Portugal se fija por la ERSE anualmente, aunque puede revisarla cada trimestre, mientras que en España las tarifas del mercado regulado (PVPC) están ligadas directamente al comportamiento horario del mercado mayorista. Esto ha evitado que los 927.449 clientes portugueses con tarifa regulada hayan tenido el mismo impacto que los españoles en sus recibos de la luz tras la escalada del gas. Además, en la tarifa doméstica portuguesa tienen más peso los costes de intereses económicos generales o del uso de redes que el precio de la propia energía. Mientras que el coste de la energía representa el 62% de la tarifa eléctrica para el sector industrial, solo supone el 37% en los recibos domésticos, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Acción Climática.