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El FMI augura una “profunda recesión” en Ucrania de hasta un 35% del PIB este año a causa del ataque de Rusia

El organismo advierte de que el conflicto está provocando una “destrucción generalizada” de la capacidad productiva del país

Guerra en Ucrania
La directora gerente del FMI, Krislatina Georgieva, llegando a una cumbre en Bruselas el pasado mes de febrero.GEERT VANDEN WIJNGAAERT (AFP)
Lluís Pellicer

Los ataques de Rusia a Ucrania supondrán el derrumbe de la economía de Ucrania. El Fondo Monetario Internacional augura una caída del producto interior bruto (PIB) de al menos el 10%, asumiendo que la guerra tenga un rápido desenlace y Kiev reciba un apoyo económico foráneo para su reconstrucción. Un informe elaborado por la institución dirigida por Kristalina Georgieva, que ha aprobado un préstamo de emergencia de 1.400 millones de dólares (1.275 millones de euros) para el país, advierte, no obstante, de que “la intensidad del conflicto en curso está provocando una destrucción generalizada a la capacidad productiva y está empeorando rápidamente las perspectivas”. De hecho, el organismo calcula que, teniendo en cuenta la información procedente de otros conflictos bélicos, el derrumbe de la economía puede situarse entre el 25% y el 35%.

En la madrugada del 24 de febrero, la invasión de Ucrania dirigida por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, puso fin a la recuperación económica que estaba viviendo Ucrania, que el año pasado creció un 3,2%. Algo antes, las tensiones ya habían ido deteriorando la situación, lo cual se plasmó en los diferenciales de la deuda del país. Pero desde entonces sufre “un golpe económico y humanitario masivo”, según el informe del FMI, con un rápido incremento de “pérdidas de vidas” y de “destrucción significativa de infraestructuras” a lo largo y ancho del país. “Puertos y aeropuertos han sido cerrados, y un daño substancial ha sido infligido en Mariupol, donde embarcan el 50% de todas las exportaciones”, señala el documento.

El informe plasma el rápido deterioro de todos los indicadores que supone una guerra: con cientos de miles desplazados (Naciones Unidas calcula que la cifra puede llegar a los cuatro millones) y las tropas rusas atacando en varios flancos, la demanda doméstica se contrae, el consumo se limita a bienes básicos y la distribución se topa con graves disrupciones. La destrucción de infraestructuras logísticas, además, dificulta tanto las importaciones como las exportaciones. A todo ello se une una gran “incertidumbre” sobre el alcance y la duración de la guerra que complica esbozar una mínima previsión económica. Pero “como mínimo”, los técnicos del FMI creen que habrá una caía de al menos 13,5 puntos porcentuales respecto a la previsión que habían formulado antes de la guerra. Eso arroja un derrumbe del 10% del PIB del país, siempre que el conflicto no se prolongue demasiado tiempo y las donaciones internacionales fluyan con rapidez.

Actuación del Gobierno

La reconstrucción, según el informe, será clave, puesto que Rusia está destruyendo la capacidad productiva del país. Cuantas más infraestructuras se destruyan y más ciudadanos se vean obligados a emigrar, mayor será la depresión, el colapso comercial y los ingresos fiscales. La información sobre otras guerras (Irak, Líbano, Siria o Yemen) apuntan a que la caída puede ser de entre el 25% y el 35%. El informe destaca, sin embargo, que el sistema de pago sigue siendo “operativo” y los bancos siguen estando abiertos y “mayoritariamente” con liquidez, aunque la distribución de efectivo se ha visto dañada por el conflicto.

Los riesgos, concluye el documento, son “extremadamente elevados”, de modo que un aumento de la pérdida de capital físico y humano puede poner en peligro el acceso a necesidades básicas como agua, comida y electricidad. Y los efectos no solo serían internos. “El conflicto podría, además, tensionar los precios domésticos y globales de los alimentos y la energía, aumentando la inflación y metiendo presión en las posiciones fiscal y exterior”, añade el FMI. El organismo considera que, ante este panorama, el Gobierno de Ucrania ha puesto en marcha las “medidas de emergencia apropiadas para estabilizar los mercados y la economía”. La prioridad inmediata, indica el FMI, pasa por asegurar que hay suficiente liquidez para permitir las operaciones “clave” de la Administración, mantener el acceso a la liquidez a los ciudadanos y contener el impacto de las condiciones adversas de los mercados.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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