_
_
_
_
_

Consejeros retirados, no gracias

Las empresas cotizadas europeas fichan a directivos en activo para sus órganos de decisión en el contexto covid

Carmen Sánchez-Silva
Las juntas buscan bagaje operativo para ayudar a los desafíos surgidos tras la pandemia.
Las juntas buscan bagaje operativo para ayudar a los desafíos surgidos tras la pandemia.shironosov (Getty Images/iStockphoto)

La pandemia no solo ha dejado huella en la economía y en el tejido empresarial. También los consejos de administración se han visto arrastrados por la covid. Sus miembros buscan un nuevo propósito alineado con la sociedad que ha emergido de la crisis más comprometida con el medio ambiente y menos derrochadora. Y nuevos perfiles que les acompañen en este viraje. Así se ha puesto de manifiesto en los fichajes de asesores realizados durante 2020 en las compañías cotizadas en las principales Bolsas europeas, que fueron de ejecutivos en activo mayoritariamente, desplazando así a los tradicionales profesionales retirados y con un amplio bagaje gestor, tal y como se desprende del informe Board Monitor Europe 2021 de Heidrick & Struggles, que destaca que el 52% de los recién incorporados son directivos en ejercicio, el 54% en el caso de las mujeres. En Noruega este porcentaje llegó al 89% y en España al 74%.

Más información
Cuando la experiencia es más que un grado

En un año de caos, la supervisión financiera y la buena gobernanza fueron cruciales, según el estudio que analiza los 843 nombramientos que hubo en 2020 en los 14 principales mercados de valores europeos (50 en España). Incorporaciones que, como en 2019, fueron bastante equilibradas en género (52% hombres y 48% mujeres). “Con un mundo que cada vez se mueve más rápido, las exigencias del mercado se centran en gente lo más conectada con la realidad posible y que está a la última”, aprecia Stefano Salvatore, director general del cazatalentos en España. Los fondos de inversión reclaman directivos financieros en activo, con conocimientos muy actualizados para abordar los tiempos convulsos de la covid, explica.

Al mismo tiempo, las empresas dan más libertad a sus ejecutivos para que formen parte de consejos de administración ajenos a ellas, algo que fomenta nuevos puntos de vista, un pensamiento más diverso, beneficios para las corporaciones dada la creciente complejidad económica. Aunque muchas de ellas, aclara Maite Aranzabal, vicepresidenta de Adolfo Domínguez, limitan por contrato su participación a un solo consejo por la alta dedicación que exigen los puestos ejecutivos que, en su opinión, están rejuveneciendo los órganos de decisión corporativos.

Las juntas buscan bagaje operativo adicional para ayudar a los desafíos surgidos tras la pandemia. Carmen de Pablo, directora financiera de Gestamp, se sienta desde el año pasado en el consejo de Viscofan. Cree que “los directivos enriquecen porque aportamos experiencia y conocimiento del día a día. Además, muchas de las casuísticas que vemos en Viscofan son similares en Gestamp, ambas empresas industriales, volcadas en la industria 4.0 y la presencia internacional”. De Pablo opina que la contribución discurre en las dos direcciones, sobre todo en un momento convulso en el que las organizaciones ponen cada vez más en común sus prácticas.

Tensión del regulador

Pero la entrada de un consejero delegado o un director financiero de una empresa en el consejo de administración de otra también tiene inconvenientes. “En muchos países está generando cierta tensión con los reguladores, que están preocupados por la sobrecarga de los ejecutivos, y también puede dar lugar a conflictos si un ejecutivo cambia de roles”, dice el informe de Heidrick & Struggles. “Hay empresas cotizadas y sobre todo no cotizadas con presencia en su capital de fondos de inversión inquietas por las incompatibilidades de los consejeros directivos”, advierte Salvatore. Y vuelve a la carga sobre las exigencias y responsabilidades asociadas a las labores directivas, que dificultan poder dedicar tiempo a órganos rectores de otras empresas. Carmen de Pablo reconoce que una gestión del tiempo para hacer las cosas bien en ambos frentes solo permite formar parte de un consejo de administración externo. Y cree que la presión hacia los ejecutivos procede más bien de accionistas, inversores y proxy advisors.

En España, no obstante, buena parte de los directivos que han fichado por órganos de decisión de otras empresas proceden del mundo académico, entidades públicas o fundaciones, donde los cargos no son tan absorbentes como en las compañías cotizadas, aprecia Salvatore.

Más información
14 de las 35 empresas del Ibex aún incumplen la cuota de género en sus consejos, cinco menos que hace un año

Los otros dos focos en las incorporaciones de consejeros en Europa durante 2020 han sido la diversidad y la sostenibilidad. Mientras que el 12% de los administradores fichados eran expertos en sostenibilidad para responder al contexto de la pandemia y al mayor enfoque social en el propósito de las empresas, las mujeres se convertían en las protagonistas de las contrataciones por segundo año consecutivo. De hecho, en Dinamarca las asesoras han supuesto el 61% de los fichajes. En España, el segundo país que más relevancia ha dado a la contratación de mujeres, el 58%, y en Irlanda, pese a ser el que menos, llegó al 31%.

Los consejos de administración de Francia y Alemania, que cumplen con las cuotas de género, se están centrando ahora en otras formas de diversidad, una tendencia que se atisba en más países y que el cazatalentos espera que sea para sumar, no para intercambiar una diversidad por otra.

Se comienza a ver más consejeros extranjeros (el 40% del total). En España las empresas empiezan a abrir la mano, no hace falta que los candidatos sean nacionales, sí que hablen el idioma, y tampoco que tengan 10 años de experiencia como administradores, explica el director de Heidrick & Struggles. Y la mitad de los clientes internacionales están pidiendo que la terna final de candidatos sea diversa. “La diversidad aporta, y se empieza a notar que los consejos introducen diversidad de edad, nacionalidad, de conocimiento, de género e incluso de raza, sexual, de capacidades diferentes o de clase social”, apoya Maite Aranzabal. “Es muy positivo que los consejos estén buscando renovarse en todos los sentidos”, aprecia De Pablo.

Tras 15 meses de covid, estos órganos están centrados en replantear la estrategia empresarial, sostiene Aranzabal. Con el foco puesto en convertirse en compañías ágiles que trabajen por proyectos al estilo start-up y en digitalizar el negocio. Posicionamiento estratégico, sostenibilidad y transformación digital son las máximas en la agenda de los consejos, añade De Pablo.

Administradores en la sombra

El retrato robot de los consejeros primerizos fichados en las compañías cotizadas europeas durante 2020 responde al de una persona de 56 años de media (52 en Noruega y 60 en Portugal); en una tercera parte de los casos, con bagaje como consejero delegado, y en 6 de cada 10, como miembro de consejos de administración. El 41% de ellos tiene experiencia internacional.

Junto a estos asesores tipo empiezan a surgir otros. Las empresas, sobre todo británicas, reclaman jóvenes ejecutivos con potencial para sentarlos a discutir problemas reales de la compañía bajo el liderazgo de algún miembro de la junta, en lo que Heidrick & Struggles denomina consejos en la sombra. Tienen la preparación y las expectativas del resto de consejeros, por lo que es muy posible que sean los siguientes miembros del órgano.

 


Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_