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Las Bolsas reaccionan con subidas tras los resultados parciales de las elecciones en EE UU

Los parqués europeos y Wall Street se sacuden los números rojos de primera hora y suben en respuesta a la mayor certeza en torno al resultado de los comicios

Un panel de la Bolsa de Tokio, la pasada madrugada.
Un panel de la Bolsa de Tokio, la pasada madrugada.PHILIP FONG (AFP)

Tras horas de titubeos y altibajos, los resultados parciales de las elecciones presidenciales en EE UU impulsan este miércoles los mercados financieros globales. Tras amanecer en negativo, con el avance de la sesión las Bolsas europeas revertían las pérdidas iniciales a medida que se iba definiendo el panorama. Las miradas, sin embargo, permanecen fijas en el lento avance del escrutinio en los Estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, el llamado muro azul por su histórica inclinación por el Partido Demócrata.

En EE UU, el S&P 500 —que reúne a las 500 grandes empresas de Wall Street— subió un 2,2% y el Dow Jones —que agrupa a los valores industriales—, un 1,3%. Al otro lado del Atlántico, tras caer un 2% en el tramo inicial de la sesión, el Ibex 35 español daba la vuelta a primera hora de la tarde, se zambullía en terreno positivo y lograba terminar la sesión con una subida del 0,2%. Tanto el Eurostoxx —el índice que reúne a los 50 mayores valores de la eurozona— como los parqués de París (+2,4% al cierre), Fráncfort (+1,9%), Milán (+1,9%) y Londres (+1,7%) habían hecho lo propio horas antes, sacudiéndose las pérdidas iniciales y siguiendo la estela de sus pares estadounidenses, que se encaminaban a una jornada de alzas.

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Un votante con una máscara en la que se puede leer "Vota" hace cola en un centro de votación en el Parque Nacional, en Washington, DC. Las de este martes serán unas elecciones complejas. El alto número de votos recibidos antes de la jornada electoral y las leyes de cada uno de los 50 Estados hacen impredecible definir el desarrollo de la noche.
Fotogalería: La jornada electoral en Estados Unidos

“Aunque no conocemos los resultados por completo, buena parte de la incertidumbre ha desaparecido de los mercados. Me recuerda al año 2000, cuando no tuvimos resultados durante días”, ha subrayado este miércoles Scott Glasser, director en la firma ClearBridge Investments, en un evento virtual organizado por el fondo global de inversiones Franklin Templeton. Entonces, el republicano George W. Bush se impuso al demócrata Al Gore en un final ajustadísimo que acabó en los tribunales. Pero, a diferencia de entonces, la confianza en las instituciones —también las judiciales— es notablemente menor: el mundo ha cambiado mucho en solo 20 años. “Como hoy, vimos primero un poco de debilidad en los mercados y después un rally”.

La posibilidad de que los demócratas se hicieran con la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara baja ya ha quedado descartada: los resultados hasta ahora muestran una división casi a la mitad en ambas. Así que, sea quien sea el próximo presidente, se topará con un Congreso dividido. “La posibilidad de que un Senado controlado por los republicanos vaya a llegar a un acuerdo con un presidente demócrata para pasar un programa de ayuda a negocios y hogares, ha caído con fuerza", dice por teléfono desde Toronto Karl Schamotta, estratega jefe de mercados para la firma Cambridge Global Payments. "No tendremos un proyecto de múltiples billones de dólares y eso va a presionar a la baja la demanda global y a lastimar economías alrededor del mundo”. Pero eso será harina de otro costal: lo que hoy cotizan los mercados es otra cosa.

En EE UU, el índice con el mayor salto es el Nasdaq, que agrupa a los valores tecnológicos, terminó la jornada con un repunte del 4,8%. “Una oleada demócrata habría incrementado la posibilidad de que las empresas tecnológicas enfrentaran nueva regulación”, explica Schamotta. “Empresas como Facebook y Google estaban en el punto de mira de los demócratas, lo que se traduciría a un deterioro de sus beneficios”.

En el mercado de divisas, el dólar se fortalecía moderadamente en el cruce frente al resto de principales monedas —especialmente las emergentes, sobre las que pesa la posibilidad de un recrudecimiento de las tensiones comerciales si finalmente Donald Trump sale victorioso: de nuevo todas las miradas se posan sobre China— y el bono estadounidense a 10 años se apreciaba como refugio más lógico de quienes desconfían de las Bolsas en un entorno marcado por ausencia de certezas. El crudo, por su parte, firmaba tablas, más pendiente de la próxima reunión del cartel de los países productores (la OPEP ampliada) que de si las urnas se inclinan finalmente por demócratas o republicanos.

Donald Trump aún mantiene prácticamente intactas sus opciones de permanecer en la Casa Blanca, un extremo que no entraba en la hoja de ruta de prácticamente nadie hace solo 24 horas. Sin pruebas, el magnate republicano se ha aprestado a acusar a su contrincante de tratar de “robar” la elección en un “enorme fraude” y se ha autoproclamado ganador. La agencia AP, auténtico árbitro de los comicios, ha remarcado algo obvio: hasta que alguno de los dos candidatos no logre al menos 270 votos electorales, el nombre del próximo presidente seguirá en el aire. Y todavía quedan muchos votos por contar en condados que pueden decantar la balanza. Pero el daño ya estaba hecho: poco después de escuchar las declaraciones del mandatario, la brújula de la renta variable se inclinaba por el rojo.

Pese a la vigorosa reacción de las Bolsas europeas a medida que avanzaba la jornada, el escenario de dos candidatos cantando victoria, el peor en el siempre difuso imaginario colectivo de los mercados, está más cerca que nunca. “Los mercados estaban preparados para asumir la victoria de cualquiera de los dos, pero la incertidumbre asociada a unas elecciones tan disputadas es lo que los inversores más temían”, reconocía a primera hora de la madrugada —hora estadounidense— el economista jefe de la gestora de activos PGIM, Nathan Sheets, en declaraciones a Bloomberg. “Es altamente probable que no tengamos claridad sobre el resultado durante días o semanas”, se lamenta Charlie McElligott, del banco japonés Nomura. “La volatilidad”, zanja Ian Lyngen, de BMO Capital Markets, “persistirá hasta que la situación se clarifique”. Todo, absolutamente todo, está en el aire. Pero algo menos que a primera hora de la mañana de este miércoles, y eso es lo que están cotizando las Bolsas.

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