Representantes económicos y políticos despiden en Getxo al banquero Emilio Ybarra
Los presentes subrayan la trayectoria personal y profesional del financiero, así como su vinculación con la sociedad vasca
Representantes económicos, políticos y sociales han despedido este viernes en la Parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, en Getxo (Bizkaia), al banquero Emilio Ybarra Churruca, quien fuera presidente del BBV y excopresidente de BBVA entre 1990 y 2001, fallecido el pasado miércoles en Madrid.
El funeral ha contado con la asistencia del actual presidente del BBVA, Carlos Torres, quien ha mostrado su reconocimiento y agradecimiento a Ybarra por su "extraordinaria labor" al frente del banco. "Me gustaría reconocer y agradecer la extraordinaria labor que llevó al frente del banco y trasladar el pésame a la familia en estos momentos de pérdida. Descanse en paz", ha añadido. También ha asistido Pedro Luis Uriarte, que fue vicepresidente y consejero delegado del BBV y del BBVA entre 1994 y 2001, y mano derecha del fallecido durante su trayectoria bancaria.
Por lo que respecta a la representación política, ha estado encabezada por el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, quien ha destacado que el Ejecutivo ha querido estar "en un momento sentido" como este en el que se da el último adiós a "una personalidad destacada en el mundo de la economía y de la sociedad vasca".
Erkoreka ha incidido además en el "origen vasco" de un banco que todavía "tiene su sede social en el territorio vasco, así como en la personalidad relevante de Emilio Ybarra, persona con la que él trató personalmente cuando era diputado en el Congreso de los Diputados, y con la que mantuvo "siempre una relación amable, cordial y respetuosa".
También se ha podido ver al presidente de CaixaBank; Jordi Gual; al expresidente de Kutxabank, Mario Fernández; al director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo; al asesor del presidente, Juan Asúa, o al director de la Territorial Norte del BBVA, Carlos Gorria.
"Profundas convicciones patrióticas"
Ignacio Sánchez-Asiaín, hijo del fallecido José Ángel Sánchez-Asiaín, quien fuera copresidente del BBVA; el presidente de Mediaset España, Alejandro Echevarría; el presidente de Viscofan, José Domingo de Ampuero y Osma; el director del Museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte; el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, o el expresidente del Athletic José María Arrate también se han acercado al funeral.
Asimismo, se han acercado hasta Getxo el actual presidente del PP vasco, Alfonso Alonso; el máximo dirigente de la formación en Álava, Iñaki Oyarzabal, así como representantes de la formación en el municipio o la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao, Gotzone Sagardui.
El funeral, con la presencia de los hijos de Ybarra Churruca --Emilio (vicepresidente de Tubos Reunidos), Ignacio (presidente de Vocento), María y Lucía-- ha sido oficiado por Fernando García de Cortázar, amigo de la familia, quien en su homilía ha destacado la figura de Ybarra, "sus pasos, su integridad, su constancia y pensamiento recio".
El sacerdote ha valorado sus "profundas convicciones patrióticas" y su aportación al "bienestar de los españoles a través del progreso empresarial". "Nos queda su vida caminando siempre sobre firmes principios en la que la ética de la responsabilidad cabalgó siempre sobre la ética de la convicción", ha señalado, para añadir que Emilio Ybarra Churruca "vivió con esperanza, con fe y con caridad".
Nacido en San Sebastián el 9 de noviembre de 1936, Ybarra Churruca era licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas por las Universidades de Valladolid y Deusto. Su primera incursión en el sector bancario la realizó en 1964 en el Banco de Bilbao, donde de manera inmediata fue nombrado subdirector de la oficina de Bilbao.
En el banco desfiló por distintos cargos, desde el Servicio de Organización y Personal, al puesto de subdirector general, para ser designado en 1971 consejero de la entidad y consejero delegado de la Corporación Industrial Bancobao y en 1986 vicepresidente del banco.
la salida de Ybarra en 2001 estuvo marcada por el escándalo de las cuentas secretas de Jersey, unos 224 millones de euros que la entidad aglutinó en paquetes de acciones y otros activos, fuera de España. Los tribunales no condenaron penalmente ni a Ybarra ni a los consejeros porque no hubo aprovechamiento personal ni pérdida patrimonial para el banco, aunque Francisco González, copresidente de la entidad, les obligó a dejar el banco, apoyado con la presión ejercida por el Banco de España, cuando el gobernador era Jaime Caruana.
