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Reportaje:

El tenebrismo del Morandi más sutil

La atmósfera tenue se compara con la luz del impresionismo en los paisajes y bodegones del artista italiano que se exponen en la Fundación March

Las naturalezas muertas, retratos y paisajes de Giorgio Morandi (Bolonia, 1890-1964) han sido una permanente fuente de inspiración de los grandes artistas del siglo XX. Partidario del intimismo en su obra y en el ámbito de su vida personal, Morandi supo vivir apartado de todo lo que perturbara su manera de entender el arte: una veneración sin límites de los grandes nombres del Renacimiento italiano (Giotto, Masaccio, Paolo Uccello y Piero della Francesca). Más dedicado a la búsqueda experimental y creativa que a la gran producción, la obra de Morandi no es muy extensa. Durante un amplio período (entre 1927 y 1962) se dedicó a trabajar sobre el papel en detrimento del óleo.

La Fundación Juan March ha escogido obra de esas tres décadas largas para su exposición de verano, Giorgio Morandi. Tres acuarelas y doce aguafertes, procedentes de una colección particular. Es una selección representativa de las más de 130 obras que firmó a lo largo de su vida. Su técnica favorita fue el aguafuerte sobre cobre que, como ninguna otra, le permitía jugar con las luces y las sombras.

La exposición ocupa al completo una de las nuevas salas de la planta superior de la fundación. La tenue luz característica de la de la atmósfera que Morandi impregna a toda su obra. Figuración y abstracción se mezclan en un paseo por donde se suceden paisajes y los bodegones, que invita a la confrontación: el aire costumbrista de Natura morta con il panneggio a sinistra (1927), sorprende junto a las formas geométricas de Naturaleza muerta (1962). Son obras en las que el ambiente tenebrista convive con la luz del impresionismo.

La recreación del peculiar universo del artista se completa con los marcos que realzan las obras. Javier Gomá, director de la fundación, explica que han sido diseñados y fabricados a partir del modelo Gluck, creado por la artista Hannah Gluckstein (Londres, 1895-Steyning, 1978). Son marcos blancos y escalados en tres niveles, que se integran de una manera natural en la arquitectura interior en la que se exponen.

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