Dagoll Dagom y Sisa vuelven a ir de verbena

La vida suele tener siempre un punto surrealista, burlón, que de alguna manera reflejaban Jaume Sisa y el grupo Dagoll Dagom en una comedia musical que marcó época en los ochenta: La nit de Sant Joan. Era la historia de las mágicas peripecias de unos personajes arquetipo alrededor de la popular verbena. Esa "diversión blanca, con un punto naïf y una poética", como dibujaba ayer la obra una de las creadoras de la compañía, Anna Rosa Cisquella, se estrenaba (tras el susto del 23-F, que hizo posponer su lanzamiento, previsto para el día 25) el 4 de marzo de 1981 en el teatro Romea de Barcelona, inaugurando así el Centro Dramático de la Generalitat. El próximo 23 de febrero, con retoques, la misma obra estrenará también otra sala en la ciudad: el Arteria Paral·lel, reformado espacio centenario que en su antepenúltima vida fue Studio 54.

La magia del montaje también impresionó hace 28 años a un niño que iba a ver su primer espectáculo teatral. Ese chico era Carles Alberola, hoy director de la nueva versión, en la que Dagoll Dagom estrena director invitado. "Queríamos una visión no tan implicada como la nuestra, para reponer la obra", justifica Cisquella. El espectáculo superó al mítico Antaviana: 511 funciones y 320.000 espectadores.

Y es que "será difícil vencer el recuerdo, pero se intentará recuperar el espíritu y, como entonces, hacer que la gente salga del teatro pensando que ha vivido un momento mágico", dice Alberola.

"En estos casi 30 años me han pedido las canciones de La nit... muchas veces, pero no lo veía fuera de su contexto teatral; el disco se ha ido reeditando... La clave está en los temas que aborda, que son los de ayer y de siempre: el mito del solsticio, el del duendecillo...", enumeró Jaume Sisa. Esta vez, no participará. "Sólo pongo la voz al inicio. No, no me veía volviendo a hacer de yeyé o de Macari [un chulo de barrio]... Además, ningún actor repite".

Los retoques en la obra serán los mínimos, si bien por algún fragmento de los ensayos se ve que ahora se cargarán más la tintas en el arrevistamiento del espectáculo. "No sé si llamarlo cabaret galáctico o retromusical: estará ambientado en la década de 1960", aclara Cisquella.

Todo el espectáculo en directo, con los ocho jóvenes actores cantando y bailando a la vez, marca una propuesta en la que, con relación al original, se han pasado piezas solistas a grupo y se ha añadido, según Alberola, "una historia que vincula las cuatro escenas y se contextualiza el capítulo de los progres, imagen que se ha perdido con los tiempos".

"Que abramos con este espectáculo es algo casi natural: encaja con esa filosofía de teatro, medio cabaret, medio circo, medio sala de conciertos, que queremos ofertar", expone Ramon Muntaner, responsable de Arteria Paral·lel -tres plantas y 3.400 metros cuadrados-, que podría inaugurarse, junto a sus hermanos de Bilbao y Madrid, en el marco de la red internacional de centros de la Sociedad General de Autores y Editores. El 8 de diciembre se venderán ya entradas con un 30% de descuento hasta la víspera de Reyes. "Es un espectáculo familiar, no hay nada igual en la cartelera". Con Dagoll Dagom y Sisa, fijo.