Un cubano entre gallegos
A Joaquín Sabina le gusta evocar la imagen veraniega de su vecino, Pablo Milanés, asomado a su balcón en paños menores, mirando el bullicio de Tirso de Molina. Pablo ha cambiado Lavapiés por Vigo, donde ha fundado una nueva familia, pero retorna a su antiguo barrio para desarrollar dos conciertos en el teatro Calderón (Atocha, 18) mañana lunes y el martes 17. Hace poco le pudimos ver en dueto con el pianista Chucho Valdés; ahora estará acompañado por su potente quinteto de músicos polivalentes.
Posee Pablo un repertorio inoxidable: Yolanda, Años, Para vivir, A Santiago, La vida no vale nada. Ya fuera del ámbito de la Nueva Trova, cuenta con otros méritos menos reconocidos: en los primeros noventa fue pionero en la recuperación de añejos sones y boleros.
