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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La cultura, en Cultura

El ministro de Cultura, César Antonio Molina, comentó hace unos días que la acción cultural española en el exterior debería tener un coordinador único, y que ese coordinador tendría que formar parte de su departamento. Sería "absurdo" que así no fuera. Molina, con esa tajante afirmación, estaba reclamando para su ministerio la gestión de los dos grandes motores de esa acción: el Instituto Cervantes y la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior (SEACEX), cuyas competencias y presupuesto dependen ahora del Ministerio de Asuntos Exteriores. Más allá de la oportunidad de reivindicar esa acción exterior en momentos tan complicados, con una recesión económica en marcha, lo cierto es que la petición tiene una lógica aplastante.

Sea lo que sea la cultura -un simple adorno o una industria cada vez más pujante, una marca con denominación de origen o la expresión de la identidad de un país, un motor privilegiado para resolver conflictos o una mera colección de patrañas-, lo cierto es que sabrán ocuparse mejor de su presencia en el extranjero los profesionales del sector, que conocen la materia, que los funcionarios de un departamento donde ocupa un lugar inevitablemente secundario. Cuando las industrias culturales, por sólo aludir a uno

de los segmentos

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cuya proyección internacional debería mimarse, mueven millones de euros no tiene mucho sentido seguir considerando esta materia sólo como una más de las múltiples tareas de las que se ocupa Exteriores.

Hay algo de irredentismo en la reclamación de Molina. Ni Industria ni Defensa tienen divididas sus competencias en dos ministerios distintos, ¿por qué se conserva esta rémora en Cultura? Seguramente por la falta de consistencia que tradicionalmente

se atribuye a este departamento (la cultura no fue hasta hace poco mucho más que el aperitivo de toros y flamenco con que se barnizaba en las recepciones la marca de España en el extranjero). Hoy, en que tanto la lengua española como sus industrias culturales (incluso sus derivados

más etéreos y simbólicos) son claramente un valor en alza, sería un desperdicio gastar munición desde frentes distintos.

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