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Entrevista:

Gonzalo Pardo

"En Moscú, lo arquitectónicamente llamativo está en los exteriores"

El joven arquitecto Gonzalo Pardo (tiene sólo 26 años), autor del proyecto ganador para la remodelación de la zona comercial de Azca en Madrid, nos cuenta un viaje que realizó a Moscú en 2005.

Pregunta. ¿Cómo fue su primera impresión?

Respuesta. Un tanto accidentada. Tuve algún problemilla los primeros días.

P. Explíquese.

R. Ya sabe cómo somos los arquitectos: me puse a hacer fotos poco corrientes, de detalles ornamentales -que no suelen atraer la atención de casi nadie- en una iglesia ortodoxa. Se me acercaron dos policías y al ir indocumentado empezaron a interrogarme. Me libré explicándome en inglés.

P. Menudo fastidio.

R. Pero aún hay más. Esa misma mañana, en la plaza Roja volvieron a interrogarme por el mismo motivo. Y una vez más antes de entrar al Kremlin. Como esta vez me reí -no era para menos- me detuvieron.

P. ¿Cómo salió del atolladero?

R. Me costó, pero les convencí de que me acercaran al hotel para enseñarles el pasaporte. Y se quedaron contentos.

P. ¿Qué le pareció Moscú a nivel arquitectónico?

R. Además de su centro histórico, que es fascinante, recomiendo entrar en los almacenes Gum, los más grandes de Europa. Es un centro comercial gigantesco iluminado con luz natural gracias a su enorme techo de cristal abovedado. Otra cosa que me maravilló fue la dimensión de todo. Sus manzanas son como ocho o nueve de las nuestras.

P. Suena muy impresionante.

R. En ese mismo viaje, antes de Moscú, estuve en Estambul y me sorprendió el contraste. En Estambul cuenta más el interior. Lo importante, por ejemplo, es cómo se llena de luz un sitio por dentro. En Moscú, lo arquitectónicamente llamativo está en el exterior, con todos esos torreones falsos y bulbos dorados.

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