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Europa evita definir sus fronteras

La ampliación y "la capacidad de integración de la UE" serán los grandes temas de debate del próximo Consejo de diciembre

Andreu Missé

¿Cuáles son las fronteras de Europa? ¿Existe algún límite a las ampliaciones que ha efectuado la UE desde su constitución hace 50 años? Con la entrada de Bulgaria y Rumania en enero de 2007 se completará la quinta ampliación, que empezó con la entrada de 10 Estados en 2004. Ésta, como las anteriores ampliaciones, ha mejorado "el trabajo de las instituciones" comunitarias y "ha producido altas tasas de crecimiento económico".

Pero la negociación actual con los antiguos países de los Balcanes Occidentales y, sobre todo, con Turquía ha abierto la caja de truenos y ha despertado serias cuestiones sobre cuáles son las fronteras de la UE, o qué propone Bruselas para afrontar las crecientes reticencias de los ciudadanos. Para superar estos retos, la Comisión ha elaborado un informe -Estrategia de la Ampliación y principales desafíos 2006 - 2007-, que presentará el próximo miércoles. La ampliación y "la capacidad de integración de la UE" constituirán los grandes temas de debate del próximo Consejo Europeo, de jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará el 14 y 15 de diciembre en Bruselas.

La cumbre se anuncia tensa porque la entrada de nuevos socios, especialmente Turquía, ha ocasionado ya una profunda división en Consejo. A favor, de la entrada de Turquía, además de la Comisión, figuran básicamente, el Reino Unido, Suecia, España, Italia, Finlandia, Estonia y Lituania, aunque por razones distintas.

Alemania, uno de los grandes Estados tradicionalmente reticentes a la incorporación turca, mantiene, sin embargo, una posición cautelosa, por los equilibrios que comporta el Gobierno de coalición, con los socialdemócratas a favor y los conservadores en contra de admitir un socio de tanto peso futuro. La canciller Ángela Merkel, que anteriormente se había manifestado en contra, mantiene ahora un perfil bajo, para concentrar sus energías en lograr que la presidencia alemana de la UE, que empieza en enero, sea un éxito.

Rechazo a Turquía

"La oposición a Turquía por parte de Alemania y Francia es fundamentalmente política", señala una fuente diplomática. "Para ambos países sería una notable pérdida de poder político, si se tiene en cuenta la población turca". Turquía, con 72 millones de habitantes y una fuerte presión demográfica podría ser dentro de 10 ó 15 años, un país con más votos en el Consejo y el Parlamento que Francia y Alemania, cuyas poblaciones actuales son de 60 y 82 millones.

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El documento de la Comisión, elaborado por el equipo d el comisario de Ampliación, Olli Rehn, al que ha tenido acceso EL PAÍS, traza la hoja de ruta de Bruselas sobre la ampliación y constituye el documento de trabajo básico para la próxima cumbre. El propósito de la Comisión es convencer a los ciudadanos de las ventajas de la ampliación.

Así, el texto afirma que "una cuidadosa gestión de la ampliación puede extender y profundizar la integración europea". Se basa en tres principios básicos: "Consolidar los compromisos existentes hacia los países comprometidos en el proceso; aplicar justa y rigurosamente las condiciones; e intensificar la comunicación con el público sobre la ampliación".

Este último aspecto es uno de los que más inquieta a Bruselas, que considera que el rechazo de los ciudadanos es debido a la falta de información. El Ejecutivo comunitario teme una nueva ofensiva de Francia, que en la cumbre del pasado junio no logró introducir la "la capacidad de absorción" como un nuevo criterio para la adhesión.

La Comisión pone en primer plano la necesidad de contar con el soporte de los ciudadanos antes de cualquier nueva ampliación, pero utiliza un lenguaje más abierto. "La ampliación es un proyecto histórico basado en una visión de Europa y su papel global". "Este proyecto", añade, "necesita ser ampliamente compartido y apoyado por el pueblo de Europa para asegurar la completa legitimidad democrática".

Constitución y reformas

El Parlamento Europeo coincide con la Comisión en que el término "capacidad de absorción" no refleja adecuadamente la idea que pretende expresar, en la medida en que la UE no absorbe de ningún modo a sus miembros, por lo que el informe elaborado por el eurodiputado Alexander Stubb, propone que se cambie esta expresión por la de "capacidad de integración".

Para Stubb, para conseguir un funcionamiento adecuado de la Unión y de su capacidad decisoria, cualquier nueva ampliación requerirá importantes reformas institucionales. Las más significativas son: un nuevo sistema de votación por mayoría cualificada que potencie la capacidad del consejo de alcanzar decisiones; una ampliación sustancial de lo asuntos a los que se aplica la votación por mayoría cualificada; una ampliación sustancial de la participación del Parlamento; la modificación del sistema rotatorio de Presidencias del Consejo Europeo; y la creación del puesto de ministro de Asuntos Exteriores.

El eurodiputado Carlos Carnero, autor de varias enmiendas recogidas en el informe Stubb, estima que profundización y ampliación forman un binomio inseparable. Así, considera "imprescindible conseguir la entrada en vigor el conjunto de reformas contenidas en la Constitución Europea". Recuerda que "el Parlamento Europeo ya ha aprobado en tres ocasiones que sólo una Constitución en vigor podrá continuar la ampliación más allá de la entrada de Bulgaria y Rumania".

En su opinión "la ciudadanía europea tiene derecho a pronunciarse sobre el futuro de forma directa; pero hacerlo en las urnas en las actuales circunstancias (unos países con referéndum sobre la Constitución o la ampliación y otros no) es una situación insostenible por asimétrica; la figura del referéndum europeo debe ponerse en el centro del debate".

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