Salud y dieta mediterránea
He seguido con interés la campaña que se ha anunciado para incidir en la mejoría de los hábitos alimentarios de los jóvenes escolares.
También he oído, una vez más, el término dieta mediterránea, empleado por parte de las autoridades sanitarias y políticas con poca exactitud.
Desgraciadamente, la saludable dieta mediterránea que Ancel Keys describió la perdimos en nuestro país en los años 60, pasando de comer 600 gramos de pan a no llegar a 140 gramos en la actualidad, de siete kilos de legumbres a no llegar a un kilo, y aumentando como corresponde a todo "nuevo rico culinario" las grasas que dan palatabilidad a los platos y las proteínas. La dieta mediterránea era una dieta de pobres, en la que para dar de comer a toda una familia, numerosa entonces, con pocos medios, se recurría al milagro de los hidratos de carbono: arroces, legumbres, pasta o pan, alimentos, por su precio, más al alcance.
La obesidad y el sobrepeso afectan en nuestro país y en nuestra comunidad a mas del 30% de la población y cuestan un 12% del gasto sanitario, pero desgraciadamente, los expertos en nutrición, no solemos estar presentes en la planificación sanitaria, en las guías clínicas, y se siguen dando en nuestro sistema sanitario mensajes equívocos, cuando no erróneos, en alimentación.
Esperemos que con el interés en las acciones venga además la inclusión de los expertos y logremos, entre todos, que el esfuerzo sea eficaz.
Y mientras tanto llega ese fruto, no les quiten el pan a los niños, ¡dénselo con tomate y aceite de oliva.
