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Annan insta a una negociación directa entre Rabat, Argel y el Polisario

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, enterró ayer el llamado Plan Baker para el Sáhara Occidental, aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad hace menos de tres años, y descartó incluso elaborar proyectos alternativos para resolver el contencioso de la antigua colonia española en África.

En el informe que someterá al Consejo de Seguridad, Annan se pronunció por negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Argelia y Mauritania como países vecinos para buscar una solución política "justa, duradera y mutuamente aceptada". Argelia se ha negado siempre a discutir de este asunto con Marruecos porque considera que no representa al pueblo saharaui.

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Annan asume así las ideas de su nuevo representante para el Sáhara, el holandés Peter van Walsum, quién opina que la aprobación del Plan Baker fue un error, que la opción de la independencia debe ser descartada y que Argelia debe sentarse a negociar, según indican fuentes diplomáticas. Su enfoque es radicalmente diferente del de su predecesor, el norteamericano James Baker.

"Un nuevo plan [elaborado por la ONU] estaría condenado al fracaso porque Marruecos lo rechazaría de nuevo [como hizo con el presentado por Baker] a menos que no contenga la opción de un referéndum que contemple la independencia", señala Annan. Pero "la ONU no puede respaldar un plan que excluya un referéndum legítimo, mientras que a la vez reclama la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental", constata.

En consecuencia, sólo le quedan dos opciones. La primera es dejar que se prolongue el actual estancamiento, lo que puede desembocar en una reanudación de la violencia. La segunda es instar a un diálogo directo entre marroquíes y saharauis independentistas.

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La ONU da un paso atrás

Annan reconoce que queda así "claro que la ONU está dando un paso atrás y que la responsabilidad recae ahora sobre las partes". "Si fuese más sincero diría que ha tirado la toalla", comentó un diplomático español.

El informe de Annan, a grandes rasgos satisfactorio para los intereses de Marruecos, rechaza, sin embargo, que el Consejo de Seguridad anime a los antiguos beligerantes a negociar un plan de autonomía para el Sáhara como el que Rabat está preparando. Anunció incluso su presentación para este mes, pero se ha retrasado por razones no aclaradas.

Formular tal invitación supondría, por parte del Consejo de Seguridad, subraya Annan, reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, "algo que está fuera de lugar". Al Polisario tampoco se le puede pedir que reconozca la soberanía de Marruecos antes de sentarse a negociar. Naciones Unidas considera que es España la que ostenta aún la soberanía e incluso su asesor jurídico, Hans Corell, sostiene que es la potencia administrativa.

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