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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Juan Mari Lekuona, escritor

Poeta clave de la literatura vasca

Maribel Marín Yarza

El poeta Juan Mari Lekuona Berasategi (Oiartzun, Guipúzcoa, 1927), desde 1987 académico de número de la Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, murió en la madrugada del lunes en San Sebastián a los 78 años a consecuencia de una larga enfermedad que le ha mantenido alejado durante dos años de los foros públicos.

"Con su fallecimiento perdemos a uno de los grandes poetas de la literatura vasca del siglo XX", coinciden en lamentar destacadas personalidades de la sociedad vasca. El poeta, un hombre que dedicó su vida al euskera y a la cultura, recibió ayer el último adiós en la parroquia de San Esteban de Oiartzun.

Lekuona estudió Teología, y en 1953, el mismo año que oficiaba su primera misa en su localidad natal, se trasladó a Roma para cursar Teología Espiritual. Allí presentó su tesis Ideario ascético-pastoral de Fray Bartolomé de los Mártires y escribió su primer poemario en euskera, Mindura gaur (Amargura hoy). Su pasión por la literatura le venía de lejos, pero acabó por afianzarse en su juventud, cuando quedó deslumbrado por Orixe, Lauaxeta y Lizardi. Más adelante, con el descubrimiento de Gabriel Aresti, entró en una segunda fase vital y literaria. "Bajo su influencia comienza a escribir poesía social y existencial", recuerdan desde Euskaltzaindia. A esa época pertenece su primer poemario.

El poeta, vicepresidente de la Real Academia de la Lengua Vasca entre 1989 y 1996 y delegado de esta institución en Guipúzcoa entre 1989 y 2005, empezó a escribir en euskera por principios, convencido de que así ayudaría a mejorar la situación de su lengua. Éste es precisamente uno de los méritos que ahora se le reconoce. Lekuona ha sido "un verdadero militante a favor del euskera y la cultura vasca", subrayó el lunes el diputado general de esta provincia, Joxe Joan González de Txabarri. "Ha trabajado por una Euskal Herria culta e ilustrada, pacificada y respetuosa".

Su contribución más evidente se circunscribe al terreno poético. Lekuona, que escribió ensayos y artículos en publicaciones como Egan, Olerti o Zekuko Argia, trabajó una poesía idealista y de corte identitario muy unida a la tradición oral -siguiendo la estela de su tío Manuel Lekuona, autor de los primeros estudios sobre el bertsolarismo- y a la vez a las vanguardias. Fue además el primero en vincular poesía y cine con la película Gritos y susurros, de Ingmar Bergman.

En 1979, Oianburu -ése es uno de los seudónimos con los que firmaba sus trabajos- ganó el Premio Euskadi con Ilargiaren Eskolan (En la escuela de la luna) y en 1990 con Mimodramak eta ikonoak (Mimodramas e iconos). El poeta murió el lunes y el funeral se celebró ayer, pero, como destacó Eusko Alkartasuna, "tiene garantizada la permanencia y la inmortalidad" gracias a su literatura.-

[Aclaración. En la edición de ayer, y debido a un error en la transmisión de un archivo informático, en lugar de esta necrológica de Juan Mari Lekuona Berasategi se publicó la necrológica correspondiente al jesuita Juan Lekuona Urrutia, ex director de Radio Popular de San Sebastián, que falleció el pasado mes de abril].

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