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Entrevista:MOHAMAD T. AL DERAJI | Defensor de los derechos humanos en Faluya | EL FUTURO DE IRAK

"EE UU trajo el terrorismo"

Los cadáveres llevan un número anónimo, como para identificarlos. Sólo se distinguen los dientes y el cráneo; no quedan ni ojos ni labios, apenas piel. La ropa está intacta. A pesar de la dureza de esas fotografías, Mohamad Tareq al Deraji, director del Centro de Estudios de Democracia y de Derechos Humanos de Faluya, no se cansa de mirarlas, de difundirlas. Porque son su arma. Son, según Al Deraji, la prueba de que Estados Unidos utilizó bombas con fósforo blanco -un agente químico incoloro que se deposita en la piel y la quema hasta dejar limpio el hueso- durante el asalto de Faluya en noviembre del año pasado.

Un año después, los cadáveres siguen con número, y el Pentágono -después de haberlo negado- sólo reconoció el uso de fósforo blanco, prohibido como arma por la ONU, "para desalojar a los insurgentes de sus refugios". Motivos que encontró la red Campaña Estatal Contra la Ocupación y por la Soberanía de Irak para invitar a Al Deraji a España, donde denunció ayer "la mala situación de los derechos humanos" en su país.

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"La comunidad internacional debe implicarse; que vengan observadores para presenciar la desgracia del pueblo iraquí". Cuando Al Deraji, biólogo de 33 años, habla del futuro de su país, no esconde su antiamericanismo. "Estados Unidos puede aterrorizar, pero no dominará la voluntad de los pueblos", exclama, con una chapa de la bandera iraquí bien visible en su traje. Porque, según él, sólo la voluntad de la comunidad internacional y del pueblo iraquí "puede poner fin a la ocupación". Al Deraji nunca entendió lo que ganó su país tras la caída de Sadam Husein, aunque tampoco tiene nostalgia del antiguo régimen: "Antes teníamos una dictadura brutal (...) Ahora hay caos en todo el país". Habla de su ciudad, Faluya, donde nació y creció. "Todo está destruido. Los militares ocupan las escuelas y los hospitales. Los niños y los enfermos viven en tiendas de campaña", narra.

Y cuando habla del terrorismo que azota Irak, es rotundo: "No había relación entre el régimen de Sadam y Al Qaeda. Estados Unidos trajo el terrorismo". "Quien paga el precio es el pueblo iraquí", afirma.

En palabras de Al Deraji, Washington parece ser el malo de la película. ¿Y si las fuerzas estadounidenses se retiraran mañana, no empeoraría la situación? "Decir eso es propaganda de Estados Unidos", responde sin dudar ni un segundo, aunque matiza: "Lo que pedimos a EE UU es ayuda, pero no de forma caótica como ahora". Porque en el proceso político tampoco cree: "No hay proceso democrático viable bajo una ocupación. La ONU debe supervisar la retirada [de las tropas extranjeras] y el proceso de transición".

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La mayor preocupación del centro que dirige Al Deraji, "financiado por donaciones privadas", es que se castiguen las violaciones de derechos humanos por el Ejército de Estados Unidos. Al Deraji tiene fe, aunque es consciente de que será muy difícil que un militar estadounidense se siente un día en el banquillo. "Estados Unidos negó el uso de fósforo blanco antes de reconocer que lo había utilizado. Eso se llama mentir", explica. Ya entró en contacto con abogados estadounidenses porque cree que "en Estados Unidos, la mentira es un delito que se castiga".

El asalto de Faluya causó, según Washington, la muerte de 1.600 insurgentes y 51 soldados estadounidenses. Al Deraji añade a las cuentas del Pentágono al menos 2.000 civiles. "En Faluya hay una fosa común con 300 cadáveres con secuelas de fósforo blanco".

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