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Annan pide la reconciliación en una visita sorpresa a Bagdad

La policía detiene a 360 personas en Baquba, un bastión suní

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una sorpresiva visita a Bagdad, pidió la reconciliación de los iraquíes en este periodo de transición política. "La reconciliación es absolutamente necesaria y pienso que no hay nadie que no esté de acuerdo", subrayó Annan tras su reunión con el primer ministro, Ibrahim al Yafari.

En la primera visita que realiza desde la guerra que puso fin al régimen de Sadam Husein hace dos años y medio, el secretario general de Naciones Unidas expresó su apoyo al proceso político y a la reconstrucción del país. Protegido por estrictas medidas de seguridad, Annan viajó a Irak después de volar a Ammán para expresar su solidaridad al reino jordano tras los atentados del pasado miércoles, que costaron la vida a cerca de 60 personas. Jordania formaba parte del itinerario previsto en su gira por Oriente Próximo, que le ha llevado ya a Egipto, Líbano y Arabia Saudí.

Su visita es considerada un espaldarazo al proceso político iraquí. Annan se reunió con varios de los representantes de la comunidad árabe suní más inclinados a participar en las próximas elecciones legislativas, previstas para el 15 de diciembre. Los árabes suníes, que suponen menos del 25% de la población y eran la comunidad más cercana al antiguo régimen, son los más reacios a involucrarse en el proceso político.

Construir un "Irak unido"

"Naciones Unidas quiere que todos los iraquíes participen en la construcción de un Irak unido y apoyamos cualquier iniciativa en favor de la unidad de los iraquíes", dijo en una conferencia de prensa conjunta con Yafari. Con estas palabras, Annan trató de impulsar el esfuerzo de la Liga Árabe para celebrar una conferencia de reconciliación nacional en El Cairo, a la que deben asistir representantes de las diferentes comunidades étnicas y entidades políticas iraquíes.

Al Yafari dijo que trató con Annan sobre cómo Naciones Unidas puede ayudar a Irak a elevar la capacidad de actuación de sus soldados y policías para que puedan "controlar la situación y mantener la seguridad del país sin ayuda de las fuerzas multinacionales".

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Mientras, las fuerzas de seguridad iraquíes detenían en Baquba, un bastión suní al norte de Bagdad, a 360 personas supuestamente relacionadas con acciones terroristas. Según el canal de televisión local Al Iraquiya, al menos cuatro policías resultaron heridos en la ofensiva iniciada a primer hora de la mañana contra supuestos feudos de la insurgencia en la provincia de Diala. La ofensiva, añadió, fue lanzada conforme a la ley antiterrorista aprobada por el Parlamento iraquí, que castiga a cualquier persona que participe, ayude o financie acciones terroristas.

En la sureña provincia de Amara, miles de partidarios del líder radical chií Múqtada al Sáder pidieron la salida de las tropas británicas tras la detención el viernes de ocho miembros de este movimiento.

Aunque el primer ministro iraquí no quiso referirse al anuncio hecho el viernes por el disuelto Partido Baaz sobre la muerte de Izat Ibrahim al Duri, número dos del régimen de Sadam, distintos simpatizantes del Baaz confirmaron ayer el fallecimiento de Al Duri, de 61 años y único miembro de la cúpula del antiguo régimen que no ha sido capturado.

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