Para la nostalgia
Nino Rota es nuestro contemporáneo y sin embargo las canciones compuestas por él, y con letras de grandes escritores también italianos, se escuchan con cierta nostalgia de cuando las admiramos por primera vez en las películas de Fellini, de Visconti o Eduardo de Filippo. Todavía vemos allí a la Gelsomina de La strada, o los vagos y perdidos muchachos de I vitelloni. Ha venido a decirlas a Madrid un actor cantante, con buena carrera en las dos especialidades, que es Mauro Gioia, antiguo cómico en París y en Italia. Interpreta bien. La palabra cabaret se aplica a este espectáculo en el que el personaje único utiliza vestuarios, atrezo pequeño y algunas voces impostadas para mantener la idea teatral. Parece que para el público que ocupó casi media entrada en la sala pequeña del Centro Cultural fue suficiente, por cómo aplaudieron al final hasta hacerle dar varios encore, o bises, y también al final de cada canción. Les envidié, porque a mí me alcanzaba más el tedio de lo continuamente igual, de forma que todas las canciones del gran maestro italiano parecían una sola, y el cansancio de un espectáculo oscuro y sentimental.
Cabaret de Nino Rota
Intérprete, Mauro Gioia. Pianista, Fabricio Romano. Dirección, Alfredo Arias. Centro Cultural de la Villa. Madrid.