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El Ballet de La Scala de Milán abre la temporada del Real en su debut en Madrid

La compañía presenta coreografías de George Balanchine, Maurice Béjart y Robbins

Más de 100 años de existencia avalan la reputación internacional del Ballet de La Scala de Milán, uno de los más prestigiosos del mundo, que debuta hoy en el Teatro Real con tres coreografías de su repertorio: Theme and variations, de George Balanchine; The cage, de Jerome Robbins, y La consagración de la primavera, de Maurice Béjart. Con un 80% del aforo ya vendido, es la segunda vez que el coliseo madrileño abre su temporada con un espectáculo de danza, y con una nueva política: por primera vez ha sacado del abono de ópera las representaciones de ballet.

Es la primera vez que se presenta en Madrid. El Ballet de la Scala de Milán, bajo la dirección de Frédéric Olivieri, llega al Teatro Real (hasta el 11 de septiembre) con un programa compuesto por tres grandes obras del siglo XX: Theme and variations, coreografía de George Balanchine (realizada por Patricia Neary) y música de Chaikovski; The cage, coreografía de Jerome Robbins (realizada por Jean-Pierre Frohlich), con música de Stravinski, y La consagración de la primavera, de Maurice Béjart (realizada por Gascard Y. Karkevitch) y música también de Stravinski.

Este ballet de corte clásico, fundado en 1878, es el de mayor tradición en Europa, "con una media de 69 representaciones por temporada, a las que hay que añadir 50 funciones en gira", explicó Antonio Moral, director artístico del Real.

La primera pieza del programa, creada por Balanchine (San Petersburgo, 1904-Nueva York, 1983) y estrenada en 1947 por Alicia Alonso, evoca la edad de oro de la danza clásica que floreció en la Rusia del siglo XX. Mientras que el argumento de The cage gira en torno a un enjambre de insectos en el que las hembras matan a los machos después de copular con ellos. Estrenada en 1951, la representación que hace el Ballet de La Scala de la obra de Robbins (Nueva York, 1918-1998) dota a la pieza de una fuerte presencia femenina: suben al escenario 12 bailarinas.

El tríptico cierra con broche de oro y, al contrario de la segunda coreografía del programa, según Olivieri, con "la presencia masculina como protagonista": La consagración de la primavera. La coreografía de Béjart (Marsella, 1927), estrenada en 1959, recrea el simbolismo de la primavera como la unión del hombre y la mujer, la vida y la muerte. Un baile que "no sólo implica un gran esfuerzo físico, sino además psicológico", en palabras de Massimo Murru, primer bailarín de la pieza.

"Son tres obras de arte. Un programa muy bello y equilibrado", aseguró el director de la compañía, la única que tiene los derechos para representar la coreografía de Béjart en Europa y los de The cage en Italia.

Hasta el momento, de las 10.056 localidades que se han ofertado, tanto para el Ballet de La Scala como para el English Nacional Ballet (que llegará el 18 de abril del próximo año), se han vendido 6.700, algo más del 60% del aforo. Lo que supone "una evidencia del acierto de separar la danza del bono de ópera", según Moral. Una medida adoptada por el director del coliseo madrileño, Miguel Muñiz.

Momento de <i>La consagración de la primavera</i>durante un ensayo.
Momento de La consagración de la primaveradurante un ensayo.CRISTÓBAL MANUEL
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