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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

El sello Motown edita una colección de sus clásicos

Diego A. Manrique

Motown Records es la discográfica por excelencia del pop de los sesenta. Hasta su traslado a Los Ángeles, Motown tenía un inconfundible sonido propio y un modo de obrar único, manifestado en una competitividad entre equipos y una división de labores derivadas de las cadenas de montaje de la industria automovilística. Aunque Berry Gordy Jr., que fundó la compañía en Detroit, ya no es su propietario, Motown ha conservado intacto su legado. Aparte de un par de discos de reconstrucciones del triunfal cancionero de los Jackson 5, hechos en exclusiva para Japón, se ha evitado desgastar ese tesoro con experimentos de modernización.

Universal acaba de publicar Motown remixed, una elegante colección de remezclas realizadas a partir de 14 añejos éxitos de Jackson 5, Gladys Knight & the Pips, Marvin Gaye, Edwin Starr, las Supremes, Stevie Wonder, Rare Earth, Undisputed Truth, los Temptations y Smokey Robinson. Y se ha hecho con todo el cuidado del mundo, aparte de que se prime el grafismo, que evoca la famosa publicidad de un vodka sueco, sobre la información musical. Los escépticos pueden comparar Motown remixed con Motown unmixed, un disco con las versiones primigenias que de momento sólo está disponible en Estados Unidos.

No fue una tarea fácil. Uno de los más celebrados de los remezcladores, Tom Moulton, se queja de que muchas de las cintas originales tenían demasiado ruido de fondo y otras deficiencias técnicas propias de la tecnología con que se trabajaba en Detroit. Así que la selección final de temas se inclina por las más sofisticadas grabaciones hechas durante la segunda mitad de los sesenta y principios de los setenta. No se han añadido únicamente scratchs de giradiscos y sonidos digitales: se han modificado los arreglos con nuevos instrumentos, a veces con músicos ilustres, como Roy Ayers, que suma su vibráfono a la versión de Quiet storm (Smokey Robinson) que firma Groove Boutique.

Para los remezcladores, ha sido un sueño. Según DJ Z-Trip, "me sentí como un niño en una tienda de dulces: quiero ésta y la otra y no me importaría trabajar con aquélla" (al final, se ha conformado con aligerar el arrollador I want you back, de Jackson 5). DJ Smash explica que "el reto era respetar el espíritu de las canciones, huir de esas remezclas en que apenas queda nada del disco de partida. En Detroit, los productores de Motown hacían unos arreglos intrincados, donde los instrumentos podían tener funciones rítmicas y melódicas, formando una bola de sonido. También estaba todo muy comprimido, para que sonara bien en las radios de transistores y en los tocadiscos baratos. Nosotros hemos abierto la gama, para que funcionen en las pistas de baile".

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