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Tribuna:SEGURIDAD Y TERRORISMO
Tribuna
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Una Europa más segura, una Europa más solidaria

Los ministros del Interior de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España desgranan sus planes para hacer más seguro el espacio aéreo y combatir el terrorismo, las mafias organizadas y la inmigración ilegal.

Uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos es el derecho a la seguridad: garantizarlo constituye, por consiguiente, una de las primeras obligaciones de la Unión Europea. Esta tarea se hace cada día más difícil en el mundo imprevisible y cambiante en que vivimos. Frente a las nuevas amenazas, la Unión Europea nos hace más fuertes, puesto que dispone ya de instrumentos nuevos contra el terrorismo, la criminalidad organizada o la inmigración irregular.

Para ser más fuerte, la Unión Europea es también políticamente más solidaria entre países que comparten problemas, prioridades y fronteras. Nuestros cinco Estados dedicarán todos sus esfuerzos para poder contribuir a la realización de los objetivos comunes a los Veinticinco en el ámbito de la justicia, la libertad y la seguridad.

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Tenemos tres prioridades:

En primer lugar, una cooperación más eficaz contra el crimen organizado y el terrorismo. La Unión Europea es más fuerte gracias a la puesta en funcionamiento de instrumentos jurídicos adaptados. Además, la adopción de una definición común de terrorismo, llenando un vacío jurídico, permite luchar de forma más eficaz contra esa lacra en todo el territorio europeo.

La Unión Europea es más fuerte también porque gracias a ella la policía y la justicia intercambian con mayor facilidad la información necesaria para su labor. Mediante el apoyo en ficheros europeos tales como el Sistema de Información Schengen (SIS II) y el futuro Sistema de Información sobre Visados (VIS), la Unión Europea se provee de medios de garantizar su seguridad observando un respeto estricto a las libertades individuales.

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Nuestros cinco países, además, han decidido cooperar más estrechamente y de forma pragmática, tanto si se trata del ámbito del robo de vehículos, la desaparición de personas o el uso fraudulento de documentación, por no mencionar más que unos ejemplos.

No existe otro ámbito en que sea más crucial la correcta circulación de la información que el de la lucha contra el terrorismo: nuestros cinco países están tratando de establecer un mecanismo eficaz para el intercambio de información sobre personas sospechosas de terrorismo. Para reforzarlo vamos a establecer una red de puntos de contacto nacionales y una red de alerta rápida para los robos de armas de guerra, explosivos o de materias sensibles que pudieran estar relacionadas con acciones terroristas.

Nuestra segunda prioridad es la movilización contra la inmigración irregular, tema fundamental para todos nuestros conciudadanos, como testimonio de la amplitud de nuestra cooperación.

Desde el 1 de mayo disponemos de la Agencia Europea de Fronteras para controlar las fronteras exteriores de la Unión. Paralelamente, tendremos que seguir muy vigilantes con respecto a nuestras fronteras interiores: la libre circulación dentro del espacio Schengen no debe ser explotada impunemente por las redes de la inmigración clandestina. Nos reunimos hoy en París para controlar mejor nuestras fronteras, tanto mediante la armonización de las normas y de las prácticas en el espacio Schengen como por el reforzamiento de la cooperación operacional.

Por medio de la cooperación transfronteriza es como mejor protegemos nuestras fronteras. Gracias a acuerdos bilaterales y multilaterales, disponemos de instrumentos de probada eficacia: centros de cooperación policial y aduanera, oficinas nacionales de control yuxtapuestas y patrullas mixtas.

Mañana tendremos que trabajar aún más, entre vecinos, para poder resistir a presiones migratorias crecientes armonizando nuestras prácticas, multiplicando las operaciones conjuntas contra las redes criminales organizadas y desarrollando nuestra colaboración en la devolución de los inmigrantes ilegales a sus respectivos países.

Sólo a este precio podremos contribuir provechosamente a fortalecer una política europea de inmigración justa y eficaz, que haga frente con firmeza a la inmigración económica ilegal, y esté atenta a las solicitudes de asilo que exijan una legítima protección.

Finalmente, nuestra tercera prioridad, hacer más seguro el espacio europeo con la biometría, la Unión es más fuerte gracias a su ambicioso programa de protección de los documentos de viaje: de aquí a 2008, se implantarán dos identificadores biométricos, el reconocimiento facial y la impresión digital serán introducidos en los títulos de residencia y pasaportes. A partir de finales de 2006, igualmente, esos dos identificadores deberán estar registrados en el futuro Sistema de Información de los Visados (VIS) para la expedición de visados. Con un calendario similar, los visados y permisos de residencia británicos con formato común deberán llevar incorporados los mismos datos biométricos.

Los cinco hemos decidido avanzar más, trabajando conjuntamente en tarjetas nacionales de identidad electrónicas compatibles: se han iniciado unos programas conjuntos entre Francia y Alemania y otros distintos se han elaborado por Italia, España y el Reino Unido, y deseamos coordinar esas diferentes iniciativas conforme a los objetivos establecidos por la Unión.

Esta Europa más segura se inscribe en el Tratado Constitucional, ratificado ya en España: la extensión de la mayoría cualificada a la casi totalidad de la cooperación policial y judicial en materia penal y la perspectiva de una auténtica fiscalía europea constituyen valiosos avances que sería muy lamentable desperdiciar.

Una Europa más fuerte y una Europa más solidaria harán una Europa más segura, al servicio de todos los europeos.

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