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PANTALLA INTERNACIONAL

El Festival de La Habana se inicia reivindicando la revolución cubana

El presidente del certamen avisa también de la necesidad de que se 'defienda de sí misma'

El 26º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano comenzó el martes en La Habana con 21 filmes de ficción en concurso y la cinematografía argentina como clara favorita. La película cubana Tres veces dos, de los jóvenes realizadores Pavel Giroud, Lester Hamlet y Esteban García Insausti, abrió el certamen, en una noche marcada por el discurso inaugural de su presidente, Alfredo Guevara, que fue al tiempo una reivindicación de la revolución cubana y una alerta para que ésta se "defienda de sí misma" de dos de los "principales cercos: la ignorancia y la rutina".

Tres veces dos cuenta tres historias diferentes con lenguajes cinematográficos también diferentes: en Flash, un joven fotógrafo que prepara una exposición se ve desbordado por las inquietantes apariciones de una inexistente mujer; Lila, ya en su madurez, se ve envuelta por la febril evocación de su primer y quizá único amor, que regresa al pueblo después de muchos años, y Luz roja, sin duda la mejor de las tres, cuenta la soledad de un hombre y una mujer a través de sus fantasías sexuales, hasta que el azar los reúne en un semáforo.

A Tres veces dos le sobra una y hasta dos, y le falta hacer legible el experimento aunque pasa, pues concursa junto a otros 19 filmes, en la categoría de ópera prima. En el apartado de ficción, Argentina, como casi todos los años, es una de las principales candidatas a los premios Coral. Quizá este año más que nunca, pues ocho de las 21 películas a concurso son de este país. Entre ellas se destacan Roma, de Adolfo Aristarain; Bombón-El perro, de Carlos Sorín, y Luna de Avellaneda, de Juan José Campanella, las tres coproducciones con España. Otras cintas latinoamericanas vienen también precedidas de buenas críticas: la del colombiano Sergio Cabrera Perder es cuestión de método; las de los chilenos Silvio Caiozzi (Cachimba) y Andrés Wood (Machuca), y Whisky, de los uruguayos Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll.

Algunos de los actores y directores de los filmes en concurso estuvieron presentes en el teatro Carlos Marx de la capital cubana la noche inaugural junto al premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez y a Alfredo Guevara. Éste, al hacer uso de la palabra, habló de cine pero también de política, y se refirió a los "detractores" acérrimos de la revolución y a "esa parte de Europa que conserva franjas intelectuales y, claro, cinematográficas que, críticas o no, se sirven en sus relaciones ante todo del diálogo y predican y ejercen el respeto". Guevara añadió: "Quien conozca siquiera someramente nuestro pueblo y a sus dirigentes sabrá distinguir un rasgo que, por orgánico, no puede ser ignorado. El camino de la imposición, por mucho que enmascare sus presiones, sólo conduce al fracaso". Defendió la vigencia de la revolución y se refirió a su líder de un modo insólito, dadas las condiciones de Cuba: "¡Qué importa Fidel! Fidel no es Fidel, Fidel es un símbolo; verdad que un símbolo actuante al que quisieran destruir, destruir su persona para destruir su imagen, para liberarse del símbolo. Y más del símbolo actuante".

Terminó el presidente del Festival de La Habana en clave interna, reflexionando sobre su concepción de lo que es "ser revolucionario": "Todo artista verdadero es por definición revolucionario y tal vez, entonces, para ser revolucionario verdadero tendría que tenerse en el alma algo de artista (...), como el artista, el revolucionario y sus iglesias, organizaciones, partidos o movimientos tendrán que defenderse de sí mismos y de dos de sus principales cercos: la ignorancia, la falta de curiosidad y apertura, que se les emparentan, y la rutina". Ahí quedaron esas palabras...

El festival - que concluye el día 17- rinde homenaje en esta edición a Pablo Neruda, Alejo Carpentier y María Zambrano, cuyos centenarios se celebran este año. Durante el certamen se exhibirán documentales sobre su vida y filmes basados en sus obras, junto a varias retrospectivas y muestras de cine europeo. La de cine español, con las últimas películas de Almodóvar, Amenábar, Gutiérrez Aragón o Icíar Bollaín, ha levantado grandes expectativas.

El embajador español en Cuba, Carlos Alonso Zaldívar, saluda a Gabriel García Márquez (a su lado, su esposa, Mercedes) durante la gala inaugural del 26º Festival de Cine de La Habana, celebrada el martes.
El embajador español en Cuba, Carlos Alonso Zaldívar, saluda a Gabriel García Márquez (a su lado, su esposa, Mercedes) durante la gala inaugural del 26º Festival de Cine de La Habana, celebrada el martes.EFE
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