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El 'comité de sabios' sugiere dispensar fármacos en los ambulatorios

El uso de máquinas expendedoras ahorraría 300 millones de euros

Los ambulatorios deberían dispensar de forma automática y directa los medicamentos a través de máquinas expendedoras, con el propósito de reducir en unos 300 millones de euros los gastos derivados de la dispensación y distribución en las oficinas de farmacia. Ésta es una propuesta de unos de los miembros del comité de sabios, creado por la Generalitat para buscar fórmulas para racionalizar el gasto sanitario.

La propuesta la puso ayer encima de la mesa uno de los 14 sabios que integran el comité, el especialista en gestión sanitaria Santiago Marimon. Actualmente, si los pacientes acuden al ambulatorio y su médico de familia les prescribe un fármaco, deben adquirirlo en la farmacia con la correspondiente receta si se trata de un medicamento financiado por la Seguridad Social.

Santiago Marimon apuesta por instalar en todos los ambulatorios máquinas expendedoras que dispensarían inmediatamente al paciente el medicamento recetado, gracias a una orden introducida por el médico prescriptor en la tarjeta sanitaria del paciente. El experto consideró que la fórmula podría utilizarse para los fármacos que se prescriben con más frecuencia en los ambulatorios, entre el 75% y el 85% del total. Además de eliminar el coste de la dispensación en las farmacias, la medida implicaría un ahorro en el coste de envases, ya que las máquinas podrían suministrar blisters u otros formatos más económicos.

Marimon señaló que su propuesta es "novedosa" y consideró que es factible con las nuevas tecnologías de las que se dispone en la actualidad. Marimon agregó que media docena de hospitales ya están utilizando un sistema similar para los medicamentos de uso interno del centro.

El experto admitió que la medida será con toda probabilidad polémica, puesto que choca con los intereses de los farmacéuticos, que se verían privados de las ganancias que les supone la dispensación de medicamentos en sus oficinas. Marimon propone que los farmacéuticos se integren al sistema sanitario como asesores en los ambulatorios. Sin embargo, el presidente del comité de sabios, Miquel Vilardell, subrayó ayer que el debate sigue abierto.

Otra de las propuestas que se han abordado reivindica un papel de referencia sanitaria en el área mediterránea. Ahora mismo, Barcelona tiene un nombre en el mapa de la medicina; sin embargo, Gabriel Masfurroll, presidente del grupo hospitalario United Surgical Partners (USP) Europe, opina que el planteamiento es demasiado heterogéneo y que falta organización.

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"Se debería llegar a un acuerdo entre el sector público y el privado para crear cuatro o cinco institutos con una o dos especialidades cada uno para lograr que Barcelona se convierta en una ciudad médica de gran prestigio", explicó Masfurroll. El proyecto, según el economista, generaría puestos de trabajo y la llegada de personas de otros países.

El miembro del comité de expertos también propone la creación de una agencia independiente que sea capaz de catalogar los centros médicos para que el ciudadano esté informado. La iniciativa, según Masfurroll, "sería una especie de guía Michelin de la salud".

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