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LA POSGUERRA DE IRAK

Kerry propone que un alto cargo de la ONU sustituya al administrador de EE UU en Irak

El presidente Bush anuncia la reorganización de los servicios de espionaje norteamericanos

El candidato demócrata, John Kerry, ha elevado el tono de las críticas a la estrategia de George W. Bush en Irak y ha sugerido que el enviado especial de la ONU en Irak, Lakhdar Brahimi, asuma las funciones de Paul Bremer, responsable de la Autoridad Provisional de la Coalición, para "desamericanizar el asunto y ponerlo bajo el paraguas de la ONU", sostuvo Kerry en New Hampshire. Mientras, Bush, en un intento de centrar la responsabilidad sobre los fallos del 11-S en la descoordinación del FBI y la CIA, anunció que es el momento de reorganizar los servicios de inteligencia.

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A menos de siete meses de las elecciones y con más frentes abiertos de los que puede permitirse, Bush lucha para salir de la posición defensiva en la que le han colocado la crisis de Irak y los testimonios ante la comisión que investiga los atentados del 11-S. Aunque el presidente odia las conferencias de prensa, esta madrugada no tuvo más remedio que comparecer ante los periodistas después de pasar una semana en su rancho de Crawford. La decisión de salir al ruedo se tomó ante las críticas de republicanos y demócratas ante el vacío presidencial de los últimos días. En una buena síntesis de esta sensación, The New York Times editorializaba el lunes bajo este título: "El presidente silencioso".

En la conferencia -la tercera en prime time desde que llegó a la Casa Blanca- Bush tenía previsto lanzar un mensaje a los estadounidenses sobre Irak, después de 10 días de erupción de combates, bajas e incertidumbre. Según avanzó Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, "quiere contar a los norteamericanos lo que está pasando allí y lo que va a pasar en el futuro". La tarea es difícil, y la cita es importante para el presidente y para sus planes de reelección: aunque aún queda mucho tiempo, los sondeos del último mes revelan un deterioro continuo de su imagen. En cuanto al 11-S, una encuesta de Newsweek dice que el 60% cree que el Gobierno subestimó la amenaza terrorista antes del 11-S.

Precisamente por eso, otro de los grandes asuntos que los periodistas iban a poner ante Bush es el de su responsabilidad en esa materia. De los testimonios que hasta ahora han desfilado por la comisión se desprende que tanto los actuales como los anteriores responsables políticos del país no asumieron el peligro de Al Qaeda. A pesar de los datos sobre las investigaciones abiertas y las amenazas lanzadas, Bush y su equipo mantienen que no había indicaciones concretas sobre los atentados.

Lo que el presidente intenta es que la responsabilidad se centre en la falta de coordinación entre el FBI y la CIA. "Es el momento de reformar y reorganizar nuestros servicios de inteligencia", adelantó Bush. La jugada mata dos pájaros de un tiro, porque al presidente le conviene descargar en la CIA el fiasco de las armas de destrucción masiva en Irak.

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[Tampoco ayuda la noticia de que el vicepresidente Dick Cheney cobró el año pasado 178.437 dólares en pagos atrasados de Halliburton, del que fue presidente. Esta empresa, gran beneficiaria de los contratos otorgados por el Pentágono en Irak, está bajo investigación por cobrar presuntamente de más al Ejército].

De manera prudente, pero firme -porque votó a favor de la guerra, aunque no en las condiciones en las que se planteó-, el candidato demócrata, John Kerry, está elevando el tono de sus críticas a Bush y a la ausencia de planes a corto plazo. "No se ha dicho a quién se va a transferir la soberanía dentro de 80 días, ni cómo se va a mantener la estabilidad", dijo Kerry el lunes por la noche a un grupo de universitarios en New Hampshire. Cuando le preguntaron qué haría él si fuera presidente, citó al enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahimi: "Es una de las personas con mayor capacidad con respecto a Irak y Oriente Próximo. Puede hablar con todas las partes. Sería el perfecto ejemplo de alguien al que se le podría pedir que asumiera lo que está haciendo Bremer, para desamericanizar el asunto y ponerlo bajo el paraguas de la ONU".

[La agencia France Presse, que cita una fuente de la Administración, informó anoche de que Bush se dispone a nombrar a John Negroponte embajador en Irak tras el 30 de junio. Negroponte es el actual embajador ante la ONU].

En un artículo publicado ayer en The Washington Post, Kerry propone una estrategia para Irak que no pase por abandonar la misión "de ayudar a construir una sociedad estable, pacífica y plural" y que no implique "la retirada prematura de las tropas". Lo que tiene que hacer el Gobierno, según Kerry, es "conseguir que la ONU sea responsable del desarrollo de la transición" y lograr "atraer más apoyo internacional, en forma de tropas, para crear un clima de seguridad". Kerry sugiere la intervención de la OTAN bajo mando de EE UU y critica a Bush por no explicar que "los desafíos son significativos, y los costes, altos".

El candidato demócrata, John Kerry, confirma su juramento a la bandera en un acto en Rhode Island.
El candidato demócrata, John Kerry, confirma su juramento a la bandera en un acto en Rhode Island.REUTERS

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