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Todos los 'leiros'

DOS EXPOSICIONES que coinciden en diferentes salas de Santiago de Compostela nos ofrecen la oportunidad de repasar la trayectoria completa de Francisco Leiro como escultor y de profundizar en las inquietudes que marcan su trabajo en la última etapa de su carrera . La muestra Ceci n'est pas un vrai surrèalisme. Leiro 1975- 2000 (Fundación Granell. Hasta el 28 de junio) hace especial hincapié en las primeras obras surrealistas del escultor gallego y las exhibe junto a otras piezas muy posteriores para descubrirnos que, pese a las notorias diferencias entre unas y otras, hay elementos comunes que permanecen inalterables como la combinación arriesgada de materiales o la inspiración en anécdotas cotidianas y en la tradición artesanal.

Hablar de una etapa surrealista o de otra expresionista en la trayectoria de Leiro no deja de ser una simplificación muy arriesgada, ya que lo que le distingue como una figura singular es su búsqueda incesante de la esencia del alma humana a través de la escultura. Las piezas más antiguas no tienen todavía la rotundidad que caracteriza al Leiro más maduro, pero son obras llenas de fuerza expresiva y marcadas por una ironía que anuncian el estilo que acabará por hacer inconfundible al escultor gallego. El uso de materiales como el plástico, el hierro, la tela y, por supuesto, la madera está presente ya en esta etapa inicial en la que coquetea con el surrealismo pero sin implicarse totalmente y dejando puertas abiertas a otras corrientes.

En la segunda de las muestras -que podrá verse en la galería SCQ a partir del próximo día 15- se exhiben piezas realizadas en los últimos siete años que nos descubren a un Leiro con un tono más dramático y menos irónico que en etapas anteriores. Unas veces adoptan la forma de figuras gigantescas que ponen en evidencia nuestra insignificancia y otras lo hace con un contenido aparentemente narrativo, donde en realidad se esconde la vena poética de un artista que se resiste a dejar de sorprender aunque no puede disimular que en el fondo sigue siendo el mismo de siempre.

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