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CAMBIO POLÍTICO | Los retos del nuevo Ejecutivo

Zapatero planea enviar más tropas a Afganistán tras la retirada de Irak

El PSOE quiere demostrar su compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional

Miguel González

El PSOE está firmemente decidido a retirar las tropas de Irak si la ONU no ha tomado el control del país el próximo 30 de junio. Pero estudia acompañar esta medida con otra que demuestre su fuerte compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional: el aumento de las tropas españolas en Afganistán. A diferencia de Irak, esta misión, a la que España aporta ahora 125 efectivos, tiene el aval de la ONU, está bajo responsabilidad de la OTAN y va a ponerse a las órdenes del Eurocuerpo. Además, se dirige directamente contra Al Qaeda, responsable de los atentados del 11-S y el 11-M.

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El PSOE no renuncia a que, antes del 30 de junio, se produzca un vuelco de la situación en Irak y Naciones Unidas asuma el papel central que hasta ahora se le ha negado. Pero también es consciente, según las fuentes consultadas, de la dificultad de que tome el control de las fuerzas de ocupación bajo mando de EE UU.

Para José Luis Rodríguez Zapatero, agregan las mismas fuentes, no bastaría una resolución del Consejo de Seguridad que viniese a legalizar lo que ya existe. Ya se sabe que se aprobará alguna resolución, pues el 30 de junio está prevista la transferencia de soberanía al Consejo de Gobierno iraquí, pero dicho traspaso, una vez descartada la celebración de elecciones, podría ser puramente nominal y no alterar la realidad sobre el terreno.

Por eso, el PSOE está barajando alternativas para que una eventual retirada de los 1.300 soldados destacados en Irak no se interprete como una cesión ante los atentados del 11-M o un debilitamiento del compromiso en la lucha contra el terrorismo internacional. Al contrario, tras haber sufrido el atentado más sangriento después del 11 de septiembre de 2001, el nuevo Gobierno considera absolutamente prioritaria dicha lucha.

ONU, OTAN y UE

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La estrategia del PSOE pasa por explicar, hasta ahora con escaso éxito, que la retirada de las tropas de Irak responde a un compromiso electoral anterior a la matanza del 11-M y también por reafirmar su compromiso político y económico, aunque no militar, con la reconstrucción de Irak, al menos mientras no cambien las actuales circunstancias.

Finalmente, y ésta es la mayor novedad, pasa por aumentar la implicación en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF). Esta fuerza, en la que España participa desde enero de 2002, tiene las características que, a juicio del PSOE, debe reunir una misión internacional: el aval de la ONU (responde a la resolución 1.386 del Consejo de Seguridad, de 20 de diciembre de 2001) y el carácter multilateral (desde agosto pasado, los 6.000 efectivos de la ISAF están bajo mando de la OTAN).

Además, a diferencia de la guerra de Irak, que se justificó con base en unas inexistentes armas de destrucción masiva, la intervención en Afganistán sí tenía como objetivo luchar contra el terrorismo; en concreto, contra la organización Al Qaeda, íntimamente ligada al régimen talibán. España acudió a Afganistán en solidaridad con EE UU y ahora es la primera interesada en acabar con los reductos de una red a la que se presume detrás de la matanza del 11-M en Madrid.

Además, la oportunidad no puede ser más propicia para el nuevo Gobierno socialista. Está previsto que en agosto próximo se haga cargo del mando de la ISAF el Cuartel General del Eurocuerpo, principal instrumento militar a disposición de la UE. Una intervención militar bajo el triple paraguas de la ONU, la OTAN y la UE encaja plenamente con la nueva orientación de la política exterior española.

Aunque los ministros de Defensa de los cinco países del Eurocuerpo (Francia, Alemania, España, Bélgica y Luxemburgo) dieron el visto bueno inicial en su reunión del 6 de febrero en Munich (Alemania), la decisión definitiva debe tomarse en las próximas semanas, con intervención del nuevo Gobierno del PSOE.

Falta por determinar la duración de la misión (en principio, seis meses), el acceso al sistema de comunicaciones de la OTAN y la contribución de cada país. No sólo irá a Afganistán el Estado Mayor del Eurocuerpo, con sede Estrasburgo (Francia) y unos 300 cuadros de mando, de los que medio centenar son españoles, sino que será necesario reforzarlo con unidades de apoyo, que deberán aportar los distintos países. Ello permite que España aumente su contingente en Afganistán, como también lo permite el llamamiento de la ONU, en octubre pasado, para ampliar la misión de ISAF fuera de Kabul.

La OTAN pretendía asumir, a lo largo de este año, el control de 12 equipos provinciales de reconstrucción (PRT), con unos 270 efectivos, civiles y militares, cada uno. Hasta ahora, sin embargo, sólo Alemania se ha hecho cargo de la ciudad de Kunduz y los demás siguen esperando el ofrecimiento de tropas.

Aunque EE UU, y también el Gobierno Aznar, han presionado a la OTAN para que se implique en Irak, el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, dejó claro en Munich que su "prioridad número uno" es tener éxito en Afganistán, un país que, dos años después de la guerra, está lejos de alcanzar la estabilidad y donde la celebración de las primeras elecciones, previstas para junio, parece cada vez más improbable.

José Luis Rodríguez Zapatero declaró ayer en Arrecife (Lanzarote) que el asesinato del jeque Yasin, líder espiritual de Hamás, demuestra que, tras la guerra de Irak, "no hay más seguridad en el mundo, sino menos" y se mostró partidario de "corregir el rumbo" de la política internacional y avanzar mediante "el diálogo, el multilateralismo y la seguridad compartida, no a través de acciones bélicas unilaterales".

José Luis Rodríguez Zapatero, en una rueda de prensa ayer en el aeropuerto de Lanzarote.
José Luis Rodríguez Zapatero, en una rueda de prensa ayer en el aeropuerto de Lanzarote.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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