La riqueza y la variedad del teatro español conquistan el Festival de Bayona
O. M.,
La ciudad vascofrancesa de Bayona acoge hasta el próximo sábado una excepcional muestra de teatro español -en castellano, en catalán, mudo o en francés- en el marco de su festival, tradicionalmente más interesado por la producción latinoamericana. Para el director del certamen, Jean Marie Broucaret, haberse centrado "en las nuevas tendencias que tienen su reflejo en lo que se hace en Cataluña y Madrid" se explica porque "abordan de una manera el vínculo entre el teatro y la vida".
Las propuestas invitadas son La guinda, de Teresa Calafell, realizada e interpretada por Nico Baixas o, mejor dicho, por sus manos; De la impossibilitat de trobar la paraula justa y Nutritivo, dos montajes breves de la compañía General Eléctrica; Compré una pala en Ikea para cavar mi tumba, propuesta siniestra de la que su autor, Rodrigo García, dice que "es menos molesta que una bomba o que la acción del Fondo Monetario Internacional"; Niederungen es un montaje de Anabel Moreno y Richard Gázquez a partir de los textos alemanes de la rumana Herta Müller; Ambrossia es la última creación de Pep Bou, el hombre que cuenta historias con pompas de jabón, y Centvinticinc, de Sémola Teatre, remite a aquella época en que parte de la vida cotidiana venía filtrada por transformadores eléctricos.
El francés Philippe Caubère mostrará Recouvre-le delumière, su recuerdo-biografía del torero Nimeño II creado a partir del libro escrito por Alain Montcouquiol, y la Compañía del Interludio estrenará su Oratorio pour un jouer de tango, texto de Humberto Constantini sobre un violinista excepcional y controvertido.
