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60ª MOSTRA DE VENECIA

Culturas diferentes

De nuevo James Ivory cuenta una historia de estadounidenses en Francia, esta vez en El divorcio, película basada en el libro de la también americana Diane Johnson, parisiense de adopción. El tema lo había tratado ya en La hija de un soldado nunca llora. La cinematografía de Ivory se ha caracterizado por la adaptación de grandes obras literarias ambientadas en el pasado. Pero aquí ha querido llevar El divorcio al París contemporáneo, donde Isabel (Kate Hudson), estudiante californiana, se muda temporalmente para dar coraje a su hermana Roxeanne (Naomi Watts), embarazada y abandonada por el marido. En esta comedia sentimental (fuera de concurso) las cosas se complican cuando la Watts se enamora de un diplomático francés (Thierry l'Hermitte); sin embargo, éste es el tío de su cuñado.

Ivory ha querido confrontar con humor las diferencias entre dos culturas, puntualiza, entre californianos y parisienses. "Me gusta viajar, observar lo que hacen otras personas, y he querido rodar el filme en el París actual, porque, para mí, las diferencias son una fuente enorme de ideas", declaró ayer Ivory durante la presentación a la prensa. París, agregó, es una gran ciudad como otra, pero con una gran diferencia: "Es un sitio romántico y tiene la reputación de ser sexualmente libre".

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