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Gil insta a las cajas a no colocar cuotas participativas entre sus clientes

El subgobernador del Banco de España, Gonzalo Gil, instó ayer a las cajas de ahorro a que no coloquen entre su clientela sus activos de captación de recursos propios (participaciones preferentes, deuda subordinada y cuotas participativas), ya que si lo hacen no "contribuirán a la disciplina de mercado".

"Estos valores deben cotizar en mercados profundos y con elevada liquidez para que puedan convertirse en un indicador fiable de la valoración que hace el mercado del riesgo incurrido por la entidad", dijo Gil. "De lo contrario", añadió, "se convertirán en un producto similar a un depósito". La visión de Gil contrasta con la de las cajas, que habían argumentado la fidelización de la clientela mediante la colocación de las cuotas participativas como uno de los principales atractivos del nuevo producto.

Gonzalo Gil, que clausuró ayer las jornadas El buen gobierno de la empresa, celebradas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), apuntó que las entidades financieras deben tener normas especiales sobre el buen gobierno que también se deben extender a sus consejeros y directivos.

"La responsabilidad de los consejeros y directivos bancarios se extiende más allá del deber de lealtad y diligencia para alcanzar una gestión sana y prudente con la finalidad de preservar los intereses de todas las partes implicadas en la empresa bancaria, incluidos los depositantes", dijo Gil.

Cosas por hacer

El subgobernador del Banco de España calificó de "evolución satisfactoria" la implantación de códigos de buen gobierno por parte de las entidades financieras, aunque apuntó que todavía quedan muchas cosas por hacer. Además, considera que la empresa bancaria tiene unas singularidades frente al sector no financiero por su función de "producir liquidez y por la existencia de una regulación y supervisión específica inexistente en otras empresas".

En su intervención abordó también la implantación de las nuevas normas internacionales de contabilidad (IAS) que van a "cambiar las estrategias de las entidades financieras con una contabilidad enfocada a los inversores". Así, prevé que se va a incrementar la variabilidad de las cuentas de las entidades de un año para otro, como consecuencia de colocar a valor de mercado la totalidad de sus inversiones. Explicó que el fondo de comercio dejará de ser un elemento amortizable y se evaluará año a año.

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