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LA TRANSICIÓN EN IRAK | La vuelta a la normalidad

La oposición iraquí ocupa los edificios saqueados del régimen

Los bagdadíes recuperan la normalidad sin conocer todavía a sus nuevos líderes políticos

Ángeles Espinosa

La oposición iraquí hasta ahora en el exilio no pierde el tiempo. Todo el mundo quiere coger sitio antes de que sea tarde. Sobre varios de los edificios saqueados del régimen de Sadam Husein ondean ya las banderas de los partidos kurdos, del Partido Comunista y de un desconocido Partido Democrático. Los seguidores del ayatolá Mohamed Baquer al Hakim han elegido como cuartel general la residencia del ex viceprimer ministro Tarek Aziz, en paradero desconocido.

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La primera intención de los seguidores del ayatolá era ocupar la casa de uno de los hermanastros del presidente depuesto, pero un notable del barrio se lo prohibió. Mientras tanto, los habitantes de Bagdad empiezan a perder la paciencia en los interminables atascos que desde hace unos días paralizan la ciudad. El despliegue de los agentes de tráfico sólo era perceptible ayer en algunos barrios. Al contrario que el penetrante olor a podrido por la basura acumulada en las últimas semanas, y que los primeros camiones de recogida no daban abasto a retirar. En medio de ese caos, unas obras públicas en la avenida de Karrada la Nueva causaban la sorpresa de los conductores, a los que sólo la llama de la refinería de Al Dora lograba arrancar una sonrisa. Vuelve a haber gasolina en las estaciones de servicio.

De momento, la noticia sólo ha provocado colas interminables. El carburante robado que se vendía en bidones por las calles ha causado más de una avería en los motores, y el lento restablecimiento del transporte público obliga a recurrir al coche privado. Aunque pronto la empresa municipal de transporte tal vez disponga de todos sus autobuses. Uno de ellos fue devuelto ayer a la mezquita de Al Buyuma, en la calle Yasir Arafat, en respuesta a los llamamientos realizados desde iglesias y mezquitas. En este ambiente, es normal que los iraquíes no se preocupen mucho por las actividades de una oposición más ocupada en conseguir una silla que en sus problemas inmediatos.

"¿Quién es ése?", pregunta genuinamente curioso Adnán Al Kaher Baie ante los carteles con el retrato de Ahmed Chalabi que han aparecido en el centro de Bagdad. A Baie, un vendedor de coches chií de aspecto muy cabal, el nombre de Chalabi, el líder del Congreso Nacional Iraquí, no le dice absolutamente nada. "¿De qué país viene?", inquiere convencido de que el futuro de su país se está decidiendo en el exterior. La conversación le da pie para despotricar contra la presencia de las tropas estadounidenses y el vacío de poder que han creado. Pero que no se confunda la interlocutora, está "muy contento de que hayan echado a Sadam".

Los colores de la bandera

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Los dirigentes kurdos Masud Barzani (PDK) y Yalal Talabani (UPK) son algo más conocidos, aunque sólo sea por su historia de alianzas y rupturas con el régimen de Sadam. Aun así, los iraquíes no kurdos se arman un lío con los colores de las banderas de sus formaciones, el Partido Demócrata del Kurdistán y la Unión Patriótica del Kurdistán. Amarilla con estrellas una y verde y amarilla otra, ondean respectivamente sobre la antigua sede de la Academia de Policía y un edificio cercano, en la orilla occidental del Tigris. Es la prueba de que han tomado posesión.

Más modestos, el Partido Comunista (PC) y el Partido Democrático (PC) han elegido sedes en la avenida Al Nidal, en la ribera este. La huella del otrora poderoso PC iraquí se aprecia en la aglomeración de curiosos a las puertas de su nueva oficina, donde varios muchachos reparten pósters y pegatinas en las que se ve un puño con la cifra 69 sobreimpresa por los 69 años de historia del partido, de 1934 a 2003. La bisoñez del PD se percibe en la ausencia de expectación.

"Anoche llegaron unos jóvenes vestidos de negro y pidieron permiso al jeque Alí para instalarse en la casa de Watbán", cuenta un vecino de Karrada. El jeque Alí es el jefe de la tribu Al Duleimi que ejerce de preboste en el barrio, ante el estupor de muchos residentes, que le consideraban un peón del régimen anterior. Watbán, detenido hace unos días cuando trataba de huir a Siria, es uno de los tres medio hermanos de Sadam por parte de madre. Ante la negativa de Alí Al Duleimi, los jóvenes de negro (seguidores del ayatolá Al Hakim) optaron por instalarse en la casa del ex viceprimer ministro Tarek Aziz, donde ayer por la mañana una pintada en tinta roja decía: "Consejo Superior de la Revolución Islámica en Irak". No había ni rastro de sus representantes, pero ya han elegido sede para su líder.

Manifestantes iraquíes muestran fotos de sus familiares desaparecidos, ayer en Bagdad.
Manifestantes iraquíes muestran fotos de sus familiares desaparecidos, ayer en Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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