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GUERRA EN IRAK | Los países vecinos

Los cadáveres hallados en Basora pertenecen a soldados iraníes

Teherán dice que los 200 restos humanos son de su guerra contra Irak

Los 200 cuerpos hallados en las cercanías de Basora por las tropas británicas pertenecen a soldados iraníes muertos durante la guerra con Irak entre 1980 y 1988, según afirmó ayer Teherán, que pidió la inmediata repatriación de los mismos. Por su parte, el Gobierno iraquí aseguró que se trata de los restos de combatientes iraquíes devueltos recientemente por Irán. La contienda causó cerca de un millón de víctimas entre ambos bandos.

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Los responsables del Comité Iraní para la Búsqueda de Desaparecidos en Acción afirmaron ayer en un periódico iraní que los cuerpos habían sido desenterrados en los últimos meses por un equipo conjunto iraní-iraquí. "Desafortunadamente, debido a la negligencia de Irak, estos cuerpos no fueron devueltos a Irán", dijo el general Feyssal Bagherzadeh, responsable de los trabajos en las fosas comunes de la guerra entre Irak e Irán.

Por su parte, Irak ha dicho que los restos pertenecen a combatientes iraquíes muertos durante el conflicto de los ochenta. Un responsable iraquí en Basora dijo a Al Yazira que esos restos humanos no son de civiles ejecutados por el régimen de Bagdad, tal como especularon fuentes británicas, sino que "pertenecen a mártires [soldados] caídos en la guerra con Irán". El estallido de la guerra, el pasado 20 de marzo, impidió que las osamentas, recibidas anteriormente por Irak de las autoridades iraníes, fueran entregadas a sus familiares para su inhumación, según agregó.

Tropas británicas encontraron el sábado pasado al menos 200 restos humanos en un complejo militar abandonado en las afueras del pueblo Al Zubayr, en las cercanías de Basora, la principal urbe del sur de Irak. La región al este de Basora, próxima a la frontera con Irán, fue una de las más castigadas durante la sangrienta guerra entre Irak e Irán que se extendió por ocho años entre 1980 y 1988 y causó cerca de un milllón de muertos en ambos bandos.

Según afirmaron oficiales británicos, los restos presentaban marcas de disparos, particularmente en el cráneo, lo que sugería que podrían haber sido ejecutados. Los cuerpos, dentro de ataúdes de madera sin sellar, estaban amontonados en bolsas de plástico y tenían aún partes de uniformes.

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El general Feyssal Bagherzadeh anunció que pedirá la repatriación de los restos a Irán. El responsable de las fosas comunes afirmó que pedirá al Comité Internacional de la Cruz Roja que recupere los cuerpos y los entregue a Irán en el puesto fronterizo de Chalamcheh.

Más de 15 años después de terminada la guerra, los dos países continuaban realizando intercambios de prisioneros y de cuerpos, hasta el inicio de la invasión británico estadounidense de Irak que provocó la suspensión de las operaciones, últimos coletazos de un conflicto que marcó a ambos países. Según explicó Feyssal Bagherzadeh, Irak estaba colaborando en el registro de las fosas ubicadas de su lado de la frontera e iba a entregar los restos encontrados por los británicos y que la guerra ahora ha obstaculizado.

Varios soldados pasan entre los restos humanos descubiertos cerca de Basora.
Varios soldados pasan entre los restos humanos descubiertos cerca de Basora.EPA

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