_
_
_
_
_

Las encuestas auguran una derrota histórica a los laboristas israelíes

Ariel Sharon logrará una cómoda mayoría con el apoyo de los partidos religiosos

Cuando faltan cinco días para la celebración de las elecciones generales en Israel, las encuestas vaticinan para los laboristas la derrota más importante de su historia. Según cuatro sondeos diferentes, el partido que lidera desde hace dos meses el alcalde de Haifa, Amram Mitzna, logrará el próximo martes, con muchas dificultades, 19 escaños en el nuevo Parlamento, seis diputados menos que hasta ahora.

Estos mismos sondeos confirman la victoria exultante del partido nacionalista Likud, capitaneado por el ex general Ariel Sharon, que obtendría entre 33 y 34 escaños, mientras que en la actualidad detenta 19 puestos. Estos resultados le permitirían a la derecha ultranacionalista formar una coalición cómoda con los partidos religiosos radicales, sus aliados naturales, formando así una plataforma de gobierno de 65 a 66 escaños en un hemiciclo de 120 puestos.

Algunos sondeos aseguran incluso que el Partido Laborista corre el peligro de dejar de ser la segunda fuerza política, detrás del Likud, rompiéndose así una alternancia tradicional en la historia de Israel. Según estos sondeos, la segunda fuerza parlamentaria sería para el partido Shinui, una formación relativamente nueva, fundada y dirigida por el ex periodista del diario Maariv Tommy Lapid. Según los sondeos, Shinui, que actualmente posee seis diputados en la Knesset, pasaría a tener entre 15 y 17.

Ascenso del Shinui

Shinui es un aliado incómodo para cualquiera de las grandes formaciones israelíes, ya que propugna una política de enfrentamiento con los partidos religiosos, pero a la vez ha desencadenado una campaña inteligente tratando de captar el voto de los emigrantes de origen latinoamericano. En su programa, Shinui propugna el fin de las prebendas para los partidos religiosos, el establecimiento del matrimonio laico y una moderada negociación de paz con los palestinos, sin olvidar la presión militar.

La caída en picado de los laboristas en los sondeos ha provocado el pánico de la izquierda israelí, que desde hace unas semanas vive el enfrentamiento entre los seguidores del ex ministro de Defensa Benjamín Ben Eleizer y los de Amram Mitzna. Este ultimo se opone a cualquier pacto con el Likud de Sharon y defiende la reanudación de las negociaciones de paz con el presidente palestino, Yasir Arafat. Los partidarios de Ben Eleizer han empezado a exigir la renuncia de Mitzna para colocar en su lugar, como aspirante a primer ministro, al ex ministro de Exteriores Simon Peres, de 79 años.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

"Estamos viviendo uno de los momentos más amargos y tristes de nuestra historia", aseguró ayer un portavoz del Partido Laborista, que daba por hecho el fracaso electoral. El mismo portavoz aseguraba que la debacle laborista no es el resultado de esta campaña electoral, sino el fruto de una crisis que empezó a gestarse con el mandato del ex primer ministro Ehud Barak, bajo cuyo Gobierno estalló la Intifada en septiembre del año 2000.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_