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El general Paloma

Amram Mitzna, 57 años, casado, padre de tres hijos, es la gran esperanza para la regeneración del Partido Laborista en Israel. Sus treinta años en el Ejército, donde alcanzó el grado de general, y sus nueve al frente del Ayuntamiento de Haifa le han servido para llegar a una conclusión tajante: el conflicto israelo-palestino sólo se puede resolver en la mesa de negociaciones. Sus firmes convicciones pacifistas -no en vano se le ha bautizado con el sobrenombre de general Paloma - empezó a asumirlas en el campo de batalla; en la guerra del Yom Kipur, en la de los Seis Días, pero sobre todo en la contienda de Líbano, cuando estuvo a punto de dimitir de todos sus cargos en el Ejército como protesta por las implicaciones del entonces ministro de Defensa, Ariel Sharon, en las matanzas palestinas de los campos de refugiados de Sabra y Chatila. Sólo la intervención firme del primer ministro, Menahem Begin, evitó su renuncia.

Mitzna es desde 1993 alcalde indiscutible de la ciudad norteña de Haifa, donde la comunidad judía convive en perfecto equilibrio con la musulmana, y donde dirige con energía un singular oasis de paz, en el que apenas se han registrado atentados durante los dos años de Intifada. Los sectores oficialistas y continuistas del laborismo le acusan de inexperiencia en la vida parlamentaria y le auguran una dura derrota en las elecciones generales del próximo 28 de enero frente al favorito, Ariel Sharon, el líder del Likud. El ala renovadora ve, sin embargo, en este candidato el espíritu y el legado del ex primer ministro Isaac Rabin y la reactivación del Proceso de Paz, bloqueada durante los dos últimos años.

"Si soy elegido primer ministro, reiniciaré inmediatamente las negociaciones con los palestinos, sin condiciones previas. Aplicaré así la política de Isaac Rabin, de negociar como si no existiera el terrorismo, y combatir el terrorismo como si no existieran negociaciones", aseguraba hace pocos días el candidato Mitzna, al tiempo que defendía el derecho a dialogar con el enemigo, llámese Yasir Arafat o Hamás.

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