El día que fusilaron a Miguel Hernández antes de morir en la cárcel
Intelectuales exiliados en Cuba organizaron por una confusión un homenaje al poeta en 1939
A Miguel Hernández algunos le dieron por muerto y fusilado,tres años antes de fallecer en Alicante. Quizá fue un error o un malentendido, pero la cuestión es que algunos intelectuales exiliados a Cuba pensaron que Miguel Hernández había sido fusilado en Madrid el 20 de julio de 1939, cuando en realidad el poeta murió en marzo de 1942 en una cárcel de Alicante.
La noticia causó una gran conmoción hasta el extremo de que se organizó un homenaje y se editó un libro de poemas póstumos del poeta, sin ser póstumos en realidad. La noticia prematura de su fallecimiento apareció publicada el 6 de agosto 1939 en la revista Carteles. En ese ejemplar, y firmada por Alejo Carpentier, venía una información titulada La muerte de Miguel Hernández, en la que Carpentier escribió que 'el gran poeta campesino español, fue fusilado el jueves 20 [de julio] en Madrid por sentencia de un consejo de guerra. Delito: haber sido miliciano en la guerra'. El escritor cubano escribió en aquel artículo que, con las muertes de Hernández y Federico García Lorca, 'perdieron las letras españolas a sus primeros poetas jóvenes'.
La Biblioteca de Orihuela adquiere un poemario editado en La Habana en 1939
La ficticia noticia de la muerte de Miguel Hernández causó un hondo pesar entre los intelectuales exiliados, hasta el extremo de que organizaron un homenaje póstumo, y el intelectual Manuel Altoaguirre editó, por este motivo, el poemario Sino sangriento y otros poemas de Miguel Hernández.
Ahora la Biblioteca Pública Fernando Loaces de Orihuela (Vega Baja) contiene un ejemplar de este libro. 'Son poemas póstumos sin serlo en realidad, ya que Miguel Hernández seguía vivo, aunque padeciendo y sufriendo en su periplo por las cárceles españolas', explicó ayer el director de la Biblioteca, César Moreno, que recordó cómo en el momento de la edición de este libro el poeta de Orihuela estaba en la cárcel madrileña de Torrijos. 'Se trata del primer libro que aparece en el exilio español de Miguel Hernández', agregó Moreno, ya que Rafael Alberti, en Argentina en el año 1942, editó un segundo poemario.
Este ejemplar de Sino sangriento y otros poemas de Miguel Hernández, hallado en una librería de viejo en Sevilla, ha sido adquirido por la Biblioteca por su 'belleza tipográfica, y al tratarse del primer libro de Hernández publicado fuera de España desde el exilio'. El poemario fue editado el 30 de agosto de 1939 por Manuel Altoaguirre en su imprenta La Verónica, de la Habana, dentro de la colección El Ciervo Herido. Altoaguirre y su familia viajaban en barco a México cuando su hija enfermó de sarampión, y se vieron obligados a pasar unos días en La Habana, que luego se convirtieron en cuatro años. Allí el intelectual, escritor y editor dio conferencias y creó una pequeña imprenta en la que publicó este ejemplar de poemas, que resultó no ser póstumo.
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