¿Quién asesora a Carlos Mazón? Un reducido núcleo duro en el que priman los periodistas
El presidente de la Generalitat valenciana se rodea de un equipo en el que la lealtad se entiende como ausencia de réplica. Los consejeros que más cerca están del presidente son dos herederos del zaplanismo
En el Gobierno valenciano nadie le dirá a Carlos Mazón que el rey está desnudo. Contraviniendo el cuento, tampoco habrá niño ni cargo en el segundo o tercer escalón de la administración, que le advierta de la realidad. El presidente de la Generalitat Valenciana está rodeado de personas de su confianza pero, sobre todo, de quienes, como él, entienden la lealtad como una ausencia total de réplica.
Formalmente y como trabajadores de la Generalitat, el núcleo duro de Mazón está compuesto por tres hombres a los que otorgó el cargo de secretario autonómico, el segundo más alto después de consejero. Dos de ellos son periodistas, lo que da una muestra de la importancia que le da el dirigente del PP a la imagen pública y a la política de comunicación. El tercero es un licenciado en Economía que ha sido secretario de ayuntamiento.
Al lado de Carlos Mazón se mueve siempre su jefe de gabinete, José Manuel Cuenca, con el que coincidió en Alicante cuando este dirigía la emisora de la cadena Cope. Siempre va con él. Le acompaña en los actos públicos y en algunos privados. A todas horas, incluso, salen a entrenar juntos y uno al lado del otro recorriendo los 21 kilómetros de la media maratón del domingo anterior a la dana. Cuenca atiende también a los medios de comunicación cuando se trata del fondo de algunos mensajes, y da la cara por el presidente cuando él se esconde; y eso pese a que fue segundo plato, ya que llegó a la Presidencia de la Generalitat después de que su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, se llevará a Daniel Sirera, que ocupaba esa secretaría autonómica, a Barcelona como candidato del PP.
Otro pilar de la retaguardia lo ocupa Santiago Lumbreras al frente de las Relaciones Institucionales y Transparencia. Lumbreras es conocido en toda la Comunidad Valenciana por ser autor de las listas negras de periodistas díscolos con el PP de Eduardo Zaplana en la radio y televisión públicas valencianas cuando ocupaba la jefatura de los informativos en la desaparecida Ràdio 9. Pero también ha sido “escolta” de Mazón durante años, en la Diputación de Alicante que el ahora presidente de la Generalitat presidió y en la Cámara de Comercio, de la que Carlos Mazón fue gerente.
El más desconocido es Cayetano García, que comenzó a aparecer cerca de Mazón durante la campaña electoral. Él fue quien acompañó al entonces candidato al debate en À Punt, al que cada participante solo podía llevar a una persona. García, además, es recordado por ser uno de los colaboradores del dirigente del PP que con mayor algarabía celebró el triunfo en las elecciones autonómicas. Y fue una de las personas que estuvo encerrada con el presidente valenciano el viernes, durante más de seis horas, tras las que realizó una declaración institucional en la que admitía el auxilio del Gobierno para gestionar la crisis de la dana bajo su mando.
Carlos Mazón tiene otro colaborador que no está a sueldo de la Generalitat. Es el alcalde de Finestrat, JuanFran Llorca, que está también al frente del grupo parlamentario popular y de la secretaría de los populares valencianos. Llorca no tiene inconveniente en soltar las palabras más gruesas del argumentario popular. Igual puede hacer de palmero que de esparrin. Y conoce a Mazón desde que este entró como diputado provincial en Alicante.
En el Gobierno Valenciano, los dos consejeros que más cerca están del presidente son dos herederos del zaplanismo: Susana Camarero y José Antonio Rovira, que están al frente de la vicepresidencia y consejería de Servicios Sociales e Igualdad y del departamento de Educación, respectivamente. Este último llegó a la consejería diciendo que había centros que no sabían qué hacer con tantos profesores y provocó un auténtico caos en el inicio de curso por continuos errores en la adjudicación de plazas de profesores. Rovira ha sido el único que ha convocado ruedas de prensa tras la dana pero únicamente para hablar de sus temas. Es político desde el 91 y está bregado aunque huye de todo tema que no sea de su competencia.
Susana Camarero es la mano derecha, institucional, del presidente Mazón. Según fuentes del Ejecutivo, en las últimas horas se ha planteado que fuera esta la que diera la cara ante los medios de comunicación y aportara información oficial desde la institución que tiene el mando en la gestión de la crisis. Pero, hasta última hora de este miércoles y después de seis días, los miembros del Gobierno Valenciano siguen sin responder a las críticas por la tardanza en lanzar la alerta y por la descoordinación que aún impera en el dispositivo que lucha por recuperar, aunque sea poco a poco, la normalidad.
Además de estas dos, quienes han brillado por su nula o la mala praxis en esta crisis han sido la consejera de Interior, Salomé Pradas, de la que depende Emergencias, y la de Industria, Nuria Montes. La primera es la responsable del operativo y de la dirección de la respuesta a episodios como las inundaciones que han causado la vida de más de 210 personas. Es la que convocó el cecopi (el órgano desde el que se coordina a los efectivos) pero a partir de ese momento solo apareció para escoltar a Carlos Mazón en las primeras comparecencias públicas y cabecear a cada afirmación del presidente. Hasta julio, Pradas era consejera de Medio Ambiente y se tuvo que hacer cargo de las Emergencias cuando Vox abandonó el Gobierno valenciano. Es parte de la cuota territorial de Castellón y fue una de las que cambió de bando, de Pablo Casado a Alberto Nuñez Feijóo a la vez que Mazón. En el caso de Nuria Montes su participación en la gestión de la dana solo ha tenido polémicas. La primera por reprochar y casi reñir a los familiares que se acercaban a las instalaciones en las que se encuentra los cadáveres a la búsqueda de noticias sobre desaparecidos y la segunda después de que una mujer que trabaja en su departamento explicara públicamente, que la consejera no le había llamado hasta esta semana para darle el pésame por la muerte de su hija. La consejera pidió perdón en el primer caso y fuentes de la consejería argumentaron que esta muerte se notificó el lunes, que el martes la consejera telefoneó y que nunca antes había hablado antes con ella.
En cualquier caso, una de las críticas al equipo de Carlos Mazón es la falta de Gobierno, la falta de gestión. Prueba de ello es que tres de cada cuatro euros presupuestados y dedicados a inversiones estaban sin gastar al finalizar septiembre, según datos de la propia Generalitat.
Carlos Mazón tiene otros asesores “externos”. Fuentes del entorno del Palau de la Generalitat atribuyen a estos el giro de guion del dirigente del PP, que pasó de agradecer la ayuda del Gobierno central a responsabilizarle de unos servicios de emergencias que son competencia exclusiva de la Generalitat. Como asesor externo ha actuado, por ejemplo, Josep Lanuza, que ha trabajado con el consultor Aleix Sanmartín, consejero de candidatos del PP y del PSOE en campañas electorales. La estrategia de Lanuza para ganar el relato, según fuentes conocedoras de la misma, es llegar a la sociedad con un mensaje claro. “No importa mucho que no se ajuste del todo a la realidad”, señalan y apuntan a que, en el caso de Mazón, la idea es responsabilizar al Gobierno central, cuando este no tiene competencia. “Se montan unos vídeos, se hacen unas declaraciones en medios afines y eso se empieza a distribuir por las redes sociales hasta tratar de viralizar el relato”, concluyen.
En esa táctica estaría, por ejemplo, el mensaje del presidente de la Generalitat sobre las ayudas anunciadas por Pedro Sánchez y la supuesta condición al apoyo a los presupuestos generales del Estado. Mazón alimentó el bulo pese a que sabía que las ayudas entrarían en vigor este mismo miércoles. Pese al abandono al que ha sido sometido por parte del PP, el presidente valenciano siguió el argumentario de su partido tratando de resguardar su supervivencia a la vista de que, además, Feijóo no tiene relevo para él porque se ha rodeado de un equipo que nunca le dirá al rey que está desnudo.
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