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El derecho del esposo y del futuro hijo

'La autorización violaría derechos básicos del marido, como el de ser o no padre'

José María de Prada Guaita, notario. 'Se trata de un tema muy difícil, pero en el que no podemos obviar que esta situación no está regulada en la ley y que suplir el consentimiento exigido resulta fortísimo. Aquí hay intereses económicos muy claros por los que se decanta objetivamente el juez si autoriza la inseminación.Está claro que quien resultaría perjudicada sería la hija del anterior matrimonio, aunque ese perjuicio no sería suficiente motivo para impedir la autorización. El motivo es la falta de regulación legal'.

Ángela Cerrillos, abogada. 'Desde mi punto de vista, no debe darse el permiso para inseminar a la esposa a no ser que exista certeza -que creo que no la hay- de que el marido querría tener un hijo. Autorizar esa inseminación atenta contra el derecho del marido a tener o no tener ese hijo. Frente a los criterios de matrimonio reproductivo que se arrastran por la tradición cristiana, en un Estado laico, esa autorización judicial vulneraría derechos básicos de un ser vivo inconsciente, el marido, tales como el derecho a la intimidad y a la integridad corporal. Otra cosa sería que existiera un documento de consentimiento'.

María José Varela, abogada. 'Estoy en contra de esa autorización judicial en un caso que deriva del mito de la paternidad biológica, por no entender que el padre de un niño será el que haga de padre, mientras que la patente biológica es irrelevante. Obligar al marido a ser padre sin su consentimiento es muy grave. Empeñarse en este tipo de acciones no se corresponde con las verdaderas necesidades del niño. La paternidad biológica es lo de menos; lo importante es quién hace de padre y de madre. Mejor que una autorización es buscarse un novio'.

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