33 cineastas firman una película sobre la cumbre del G-8 en Génova

Treinta y tres directores italianos, entre ellos Francesco Maselli, Gillo Pontecorvo y Mario Monicelli, firman un documental sobre la lucha de los movimientos antiglobalización durante la cumbre del G-8 celebrada en julio pasado en Génova. Es posible un mundo distinto, coordinado por Francesco Maselli y Mauro Berardi y con música de Ennio Morricone, se presentó ayer fuera de concurso en el Zinebi, Festival de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao. Otros 55 cineastas y 31 directores de fotografía se han adherido al proyecto.

Francesco Maselli, de 71 años -director de Los indiferentes en 1963, con Rod Steiger y Claudia Cardinale, entre más de una quincena de películas-, y el productor Mauro Berardi, de 58 -quien ha trabajado con Costa-Gavras y Roberto Benigni, entre una veintena de realizadores-, se enfrentaron con temor a la idea de coordinar a los 33 directores y al equipo de 115 personas de Es posible un mundo distinto. Sin embargo, el entusiasmo y las 'sabias manos' de Maselli lo hicieron realidad.

Ambos mostraron ayer, en la presentación de la cinta en Bilbao, su satisfacción por un proceso que comenzó con la pretensión de un grupo de cineastas que tenían ganas de salir a filmar la calle y contar lo que allí estaba sucediendo.

Querían descubrir lo que había detrás del movimiento antiglobalización y consiguieron 'una síntesis poética'. 'Quedará para siempre como un documento para saber qué pasó en ese momento', dijo Maselli. Berardi agregó que, después de 300 horas de filmación durante ocho densos días, empezó a dudar del resultado. Sin embargo, el trabajo, concentrado finalmente en 55 minutos, demuestra que 'ha salido una obra de belleza única'.

Sin Nanni Moretti

Entre el colectivo de directores que firma la obra está Gillo Pontecorvo, autor del clásico La batalla de Argel; Mario Monicelli, que pidió captar las protestas de los católicos cuando él se declara ateo y anticlerical; y otros más jóvenes, como Francesca Comencini, que quiso demostrar que existe una oposición a los poderosos, no sólo mundial, sino local. Asimismo, otros 55 cineastas se han adherido al proyecto, además de 31 directores de fotografía. Sólo el actor y director Nani Moretti no respondió. 'Es un gran artista pero terriblemente aristocrático y no participa en obras colectivas. No le aguanto', bromeó Maselli. La música del filme es obra de Ennio Morricone.

Los realizadores destacaron que las imágenes sobre los acontecimientos del G-8 plasman un extraño y curioso equilibrio entre lo festivo y lo trágico, entre la reflexión y la acción. Aparecen cuatro minutos de escenas de violencia pero lo fundamental es comprobar el nuevo sujeto que aparece en el campo político.

La película se estrenó el pasado domingo en la RAI 3 (la radiotelevisión pública italiana) y fue seguida por más de un millón de espectadores. Antes se exhibió en la Universidad de La Sorbona y ya se han interesado en adquirirla televisiones europeas, entre ellas alguna española. El productor no descarta que pueda convertirse en un largometraje y exhibirse en las pantallas comerciales. Por el momento, los directores han creado la fundación Cine en el Presente para realizar otros trabajos. Su objetivo es filmar los hechos, pero sin que resulte un documental. Buscan 'algo tan difícil' como mezclar la producción y lo poético. Señalaron que su próximo proyecto podría ser sobre Afganistán.