DISCURSO DE JESÚS DE POLANCO: "Nos preocupa la pérdida del consenso en la vida política"

10 may 2001 - 00:00CEST

El presidente del Grupo PRISA, Jesús de Polanco, dirigió las siguientes palabras a los asistentes a la ceremonia:

"Majestades, señoras y señores: Sean mis primeras palabras de agradecimiento a los Reyes de España, que nos honran esta noche con su presencia en el acto de entrega de los premios Ortega y Gasset, y en las celebraciones del primer cuarto de siglo de vida del diario EL PAÍS. Este año, la fiesta adquiere significación especial, dada la generosidad que muestran sus majestades al entregar personalmente los premios. Éstos han correspondido a dos grandes diarios de América Latina, muy joven uno, más que centenario el otro, ambos comprometidos con la causa de la libertad.

El Comercio de Lima ha sido víctima, a lo largo de su dilatada existencia, de muchas y muy graves agresiones desde el poder y, en la etapa reciente del Perú, supo resistir ejemplarmente los embates de la dictadura de Fujimori, que intentó utilizar los más torvos caminos para acallar la voz del diario. La actual evolución democrática en aquel país cuenta así, en El Comercio, con uno de los más firmes pilares en los que apoyarse. El galardón al periodismo escrito lo ha merecido José Vales y el equipo de investigación del diario Reforma, de México. Sus trabajos sobre un tránsfuga sicario de la dictadura militar en Argentina, facilitaron su detención y extradición para ser juzgado por crímenes contra la humanidad.

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El Rey entrega los Premios Ortega y Gasset de Periodismo

He aquí todo un ejemplo del mejor periodismo, innovativo, audaz y riguroso, como también es el caso de la fotografía de Gorka Lejarcegi publicada en EL PAÍS, que nos ofrece una imagen conmovedoramente humana de la Reina doña Sofía, tratando de consolar a los familiares de las víctimas de un trágico accidente. La instantánea es un buen ejemplo del esfuerzo permanente y constante de la Corona por acercarse al pueblo, por consolidar con él un régimen que devolvió las libertades a España, en un singular proceso de transición en el que nuestro periódico jugó un importante papel.

Los premios Ortega son un reconocimiento de lo mejor del periodismo en lengua española en homenaje al gran pensador -cuyo aniversario conmemoramos hoy- padre del presidente de honor de EL PAÍS. José Ortega Spottorno fue quien primero alumbró la idea de la fundación del periódico, recabando los recursos económicos e intelectuales que resultaban precisos. Si no fuera por su luminosa iniciativa, hoy EL PAÍS no existiría ni estaríamos aquí reunidos. Ortega y Gasset fue, como es sabido, importante activista de la Agrupación de Intelectuales al Servicio de la República. Y es curioso que, siendo muy joven, su primera actuación como periodista fuera cubrir como corresponsal de El Imparcial la visita del rey Alfonso XIII a Berlín, en 1909, para entrevistarse con el Káiser. Eso le otorgó la oportunidad de conocer de cerca la realeza de su tiempo.

Muchas cosas han cambiado en España desde entonces y una de ellas es el entorno y significado de la Corona, que se mostró, en la persona de don Juan Carlos, firmemente decidida a devolver la soberanía política al pueblo después de la muerte del general Franco. EL PAÍS, que heredó lo mejor de la tradición liberal de los grandes republicanos españoles, se siente orgulloso de haber contribuido a la construcción de la Monarquía parlamentaria, que recogió lo mejor de ese legado en lo que se refiere al respeto a las libertades, la defensa del pluralismo y la tolerancia cívica. En la noche aciaga del 23 de febrero de 1981, nuestro diario salió a la calle en defensa de la Constitución, cuando las voces de los más callaban atemorizadas. Nos sentimos, desde entonces, entrañablemente unidos a la figura y el símbolo que don Juan Carlos representa, a su valerosa e inequívoca actitud, ratificada tantas veces, en la defensa de un trono que es de todos y para todos. Y somos conscientes también, por lo mismo, del rol que nos ha tocado desempeñar en la historia, mucho más allá de las misiones y objetivos habituales de un diario.

Si EL PAÍS se convirtió, en palabras del profesor Aranguren, en el intelectual colectivo de la transición, se debió fundamentalmente a nuestro deseo expreso de aportar un juicio a la vez plural y razonable sobre nuestro entorno más cercano, y de eliminar de nuestra convivencia toda crispación innecesaria. Algo absolutamente conciliable con el hecho de no renunciar a plantear las propuestas y requerimientos necesarios, incluso si eso supone, en ocasiones, un aumento de la tensión en nuestras relaciones con el poder, siempre tan conflictivas como la independencia de la prensa exige.

Defensa de la tolerancia

Hemos defendido el diálogo y la tolerancia, hemos abogado hasta el extremo por los derechos de las minorías, y hemos trabajado sin descanso y sin dudas por la consolidación de la democracia. Por eso permítanme, majestades, que exprese finalmente la preocupación de cuantos, de una forma u otra hacemos EL PAÍS y representamos esa coherente línea editorial, ante la pérdida del consenso en la vida política. El azote indiscriminado y cruel de la violencia terrorista -que hace apenas unos días volvía a golpearnos en la persona del presidente del PP aragonés- ha terminado por dividir las conciencias de muchos demócratas sinceros. Las nuevas generaciones tienen derecho a saber del costo inenarrable, en vidas humanas, en concesiones de todo género, en imaginación y generosidad, que ha tenido la construcción de la democracia en nuestro país. Ésta es todavía demasiado joven, y es nuestra obligación defenderla y protegerla de toda clase de riesgos.

En este 25 aniversario de EL PAÍS, coincidente con el de vuestra elevación al trono de España, quiero renovar nuestros votos por la recuperación del espíritu de concordia, diálogo y entendimiento entre los españoles que ha significado vuestro reinado. Durante el mismo se ha producido en España un cambio histórico sin precedentes que, no por casualidad, coincide en su andadura con la de nuestro periódico. Los medios de comunicación han sido fundamentales en ese proceso, y entre ellos brilla con luz propia el papel desempeñado por EL PAÍS y el Grupo PRISA. Nos sentimos legítimamente orgullosos de nuestro aporte a la consolidación de la democracia española, y expresamos, una vez más, nuestro firme compromiso de mantener idéntica actitud en los años venideros".