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Columna
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Plagios

Juan José Millás

Sería impensable que el Gobierno nombrara ministro de Economía a alguien que hubiera robado latas de sardinas en un supermercado. Sin embargo, mantiene como director de la Biblioteca Nacional a un individuo que ha saqueado páginas enteras de volúmenes ajenos. En el Gobierno hay mucha gente que tiene fincas, pero muy pocos, por no decir ninguno, tienen libros. Tal vez por eso Aznar entiende que las fronteras de la propiedad privada coinciden con el muro del jardín o con los límites de la cuenta corriente. Roldán está en la cárcel por intertextualizar o confundir el dinero ajeno con el propio. Si en lugar de ambiciones económicas, hubiera tenido ambiciones intelectuales, habría aprovechado su paso por la Guardia Civil para hacerse con las obras completas de Shakespeare (cosa insólita, lo reconozco), y ahora podría ser ministro de Cultura. Maneras no le faltan.

A la salida de los libros no hay, como a la salida de los supermercados, guardias de seguridad que te registren las meninges para ver si te llevas algún párrafo. Sería imposible. Y contradictorio. Cómo entrar en Ana Karenina y no salir con la primera frase escondida entre los pliegues de la memoria ('Todas las familias felices se parecen; las desgraciadas lo son cada una a su manera'). Cómo entrar en Borges y no apropiarte para siempre del comienzo de Tlön, Uqbar, Orbis, Tertius ('Debo a la combinación de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar'). Ahora bien, del mismo modo que el contenido de la lata de sardinas, una vez digerido, se convierte en sangre, piel, pulmones, pelo, las ideas ajenas deben metabolizarse antes de colocarlas dentro de un libro que estamos decididos a firmar. La historia de la cultura es la historia de ese proceso transformador.

Es evidente que Racionero expulsa las ideas de los otros enteras, pero quizá se deba a un problema de digestión más que de apropiación indebida. Nos hacemos cargo, aunque nos gustaría que las autoridades se mostraran igual de tolerantes con quienes, sin presentar dificultades para digerir, no tienen en cambio qué llevarse a la boca y roban latas en el supermercado. Una cosa por otra.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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