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El fracaso de la cumbre del clima enfrenta a Francia y el Reino Unido

La ministra Voynet llama "macho empedernido" a su homólogo Prescott

La fractura abierta entre los ministros europeos de Medio Ambiente en la reciente cumbre del clima se radicalizó ayer. La ministra francesa Dominique Voynet calificó de "macho empedernido" al británico John Prescott, quien, al analizar las negociaciones fracasadas en la cumbre, había comentado: "Ella cogió miedo". Prescott intentó ayer quitar hierro al asunto, pero sin renunciar a la ironía.

"He trabajado con Dominique Voynet desde hace tres años. Su empeño para alcanzar un acuerdo es tan apasionado como el mío. Trabajaremos juntos para llegar a un acuerdo", dijo ayer el ministro británico, intentando apaciguar los ánimos, que explotaron nada más concluir la conferencia del clima de La Haya, el pasado sábado. Los representantes de 180 países no llegaron a un acuerdo en la cumbre sobre los reglamentos del Protocolo de Kioto de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático.

El domingo, Prescott se refirió a Voynet, que actuó como portavoz de la UE, con un duro comentario: "Tuvo miedo y no pudo explicar por qué; dijo que estaba cansada, que no comprendía los detalles [de las propuestas] y se negó a aceptarlas". Luego añadió: "Por ello fracasó el acuerdo".

Voynet respondió ayer: "John Prescott demostró, para empezar, que es un macho empedernido", que sus declaraciones "son inadmisibles en la forma y en el fondo; son mediocres y poco elegantes". Y añadió con ironía: "Por supuesto, una mujer se cansa, tiene miedo y no entiende las cosas".

Prescott no se calló ayer: "¿Moi, un macho?", dijo en francés. "No fui yo quien dijo que estaba cansada, ella lo decía constantemente. Estaba demasiado cansada para asumir todas las complejidades, y estoy citando sus palabras", aunque reconoció que, dadas las maratonianas negociaciones, no era "condenable" cansarse.

La ministra francesa dijo que en la cumbre no tomó las decisiones aisladamente, sino que actuó en representación de la UE y con "la aplastante mayoría de mis colegas, que sostuvieron, como yo, que no podíamos aceptar algo que permitiese a EE UU, el principal contaminador del planeta, no asumir compromisos serios para reducir sus emisiones".

Además, Voynet reafirmó que Europa habla con una sola voz en estas negociaciones climáticas y se mantiene unida. "Sin duda, John Prescott estaba frustrado porque no pudo imponer su deseo", dijo la francesa, reconociendo que las divisiones dentro de la UE suponen un inconveniente político en comparación con EE UU.

Tony Blair apoyó ayer a su ministro de Medio Ambiente en esta guerra de palabras, pero los conservadores criticaron duramente a Prescott por dificultar las negociaciones futuras, aunque él reafirmó la voluntad de llegar a un acuerdo cuando se reanude, dentro de seis meses, la fracasada Sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Entretanto, el ministro danés de Medio Ambiente, Svend Auken, salió en defensa de Voynet subrayando el trabajo constructivo de la ministra francesa en las negociaciones y señalando: "La crítica de Prescott es una sola voz disidente".

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