Cataluña y Castilla y León decretan tres días de luto oficial y reciben el pésame de todo el país
La Generalitat de Cataluña y la Junta de Castilla y León decretaron ayer tres días de luto oficial por las víctimas del accidente de tráfico de Golmayo (Soria), en el que fallecieron 27 personas, 24 jóvenes de entre 14 y 16 años y tres adultos. El siniestro concitó la solidaridad de los representantes de las principales instituciones del país. La familia real al completo envió telegramas de condolencia a los directores de los dos colegios catalanes en que estudiaban los chavales. El presidente francés, Jacques Chirac, telefoneó a Aznar, y el Vaticano, a través del arzobispado de Barcelona, mostró su desolación.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se desplazó ayer a la localidad de Ripollet para expresar su pésame a las familias que habían perdido un hijo o algún familiar en el accidente. "No hay palabras que puedan consolar ni suprimir el dolor que ahora tienen numerosas familias catalanas", declaró Pujol, quien transmitió el sentimiento de solidaridad de su Ejecutivo.La Generalitat decretó tres días de duelo y el Gobierno en pleno suspendió sus actos oficiales. Algo que hicieron también los cuatro precandidatos que aspiran a presidir el Barça. Los Ayuntamientos de Ripollet y Viladecans, donde residían las víctimas, hicieron lo mismo.
El cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles, también se desplazó hasta los dos colegios de la orden de los Gabrielistas. El arzobispo, tras informar de lo sucedido a la Secretaría de Estado del Vaticano, transmitió su pésame a las escuelas y adelantó que hoy mismo el papa, Juan Pablo II, remitirá un telegrama.
Pujol tuvo ayer palabras de agradecimiento para su homólogo de Castilla-León, Juan José Lucas, y para el Ejecutivo vasco por su colaboración. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los consejeros catalanes de Enseñanza, Carme Laura Gil, en coche desde Madrid; y el de Interior, Xavier Pomés, en helicóptero desde Barcelona. Pujol se desplazará hoy a Soria, y todavía está por decidir si mantiene el viaje oficial que mañana debe emprender a Corea del Sur y China.
Por su parte, la Junta de Castilla y León, que preside el popular Juan José Lucas, también decretó tres días de luto y el propio presidente se trasladó en la tarde de ayer en helicóptero al lugar, donde calificó la situación de "dantesca y horrorosa, sobre todo cuando se ve sacar a un joven muerto de debajo del autobús". Lucas afirmó: "Hoy es un día de luto para España".
La familia real, tanto los Reyes como el Príncipe, las Infantas y sus esposos, expresaron a los directores de los centros en sendos telegramas su "profundo dolor e impresión". Y el jefe de la Casa Real, Fernando Almansa, estuvo informado a través del delegado del Gobierno en la comunidad, Isaías Monge.
El lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe, envió un télex a Pujol y Lucas para expresar su "consternación" y para poner a su disposición "todos los medios materiales, humanos y sanitarios" de su comunidad. Los presidentes de La Rioja, Pedro Sanz; de Castilla-La Mancha, José Bono, y de Canarias, Román Rodríguez, transmitieron su pesar.
Por parte del Gobierno central viajaron ayer a la zona el ministro de Administraciones Públicas, el soriano Jesús Posada; la titular de Sanidad, Celia Villalobos, con el director del Insalud, José María Bonet; y la responsable de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, que pensaba inaugurar en Almagro el Festival de Teatro Clásico. Las presidentas del Congreso y el Senado, Luisa Fernanda Rudi y Esperanza Aguirre, enviaron sus condolencias a los colegios y los alcaldes de Ripollet y Viladecans.
