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La revolución genética

El desciframiento del genoma humano abre una nueva era en la lucha contra las enfermedades

Celera Genomics y el proyecto público descifran el 'libro de la vida' y acuerdan trabajar juntos - Clinton y Blair piden un uso responsable de la información - El 99,8% de los datos genéticos son comunes a todas las personas

La Casa Blanca y Downing Street, conectados vía satélite, fueron ayer el escenario conjunto del anuncio de un descubrimiento científico cuyas consecuencias para la lucha contra la enfermedad casi sobrepasan la imaginación. Bill Clinton y Tony Blair, los protagonistas políticos de la ceremonia, y Francis Collins y Craig Venter, los científicos, no ahorraron fórmulas enfáticas para aludir a la culminación del primer borrador de la secuencia del código genético humano, el llamado libro de la vida. "Estamos aprendiendo el lenguaje con el que Dios creó la vida", dijo Clinton. "Éste", dijo Collins, "es un día feliz para el mundo". Ambos pidieron una colaboración internacional en torno a las repercusiones legales, sociales y éticas del avance y conseguir un uso responsable de la información derivada.La ceremonia conjunta en la Casa Blanca y Downing Street fue la fórmula diplomática encontrada para resolver la carrera científica por anunciar en primer lugar el desciframiento del código genético humano. Los dos corredores, la empresa privada norteamericana Celera y el organismo público Proyecto Genoma Humano, en el que participan EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania y Japón, con la colaboración de China, accedieron a compartir los honores en este acto, que siguió a anuncios del avance hechos por los participantes en el proyecto público en Tokio, Pekín, Berlín, París y Londres.

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Celera informó de que, en apenas unos meses de trabajo, ya ha completado la secuencia y el ensamblaje del código genético, a partir de los datos obtenidos de cinco personas - tres hombres y dos mujeres- de diferentes orígenes étnicos. El número total de letras (pares de bases químicas) del ADN humano ha resultado ser de 3.120 millones. Proyecto Genoma Humano aseguró que, a los 10 años de su creación, ha terminado un primer borrador de la secuencia y completado el 85% del ensamblaje. Clinton informó que los dos organismos han acordado publicar conjuntamente sus trabajos en una revista científica, en la segunda mitad de este año. Luego cooperarán en el análisis del genoma.

Mapa más importante

Con su habitual genio para este tipo de ocasiones, Clinton hizo de maestro de ceremonias. El del genoma humano, declaró, es "el mapa más importante jamás producido por la humanidad". Las consecuencias prácticas de su descubrimiento, prosiguió, "cambiarán la medicina para siempre", otorgarán "un nuevo poder para curar", especialmente en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, diabetes y cáncer.

A la lista de Clinton, Collins, director de Proyecto Genoma Humano, añadió la diabetes, los problemas cardíacos, la esquizofrenia, la alta presión sanguínea y todas las complicaciones que "tienen un origen o una contribución genética". Son palabras que hacen soñar. Pero estos sueños están ahora al alcance de la humanidad. El descubrimiento presentado ayer fue descrito como uno de los más grandes realizados por el ser humano, un hito comparable o incluso superior a la llegada del primer astronauta a la Luna. "La información sobre la secuencia de los genes nos permitirá identificar de modo preciso qué gen es el que falla cuando contraemos una enfermedad, y, una vez que lo sepamos, se abrirá un número enorme de posibles tratamientos", declaró en Londres Michael Dexter, director de Wellcome Trust, institución benéfica que ha financiado el Proyecto Genoma Humano en el Reino Unido.

Clinton y Blair coincidieron en subrayar que, como todos los descubrimientos científicos, éste conlleva peligros. Uno es el de la discriminación en el uso de sus beneficios. El primer ministro británico puso el acento en "la responsabilidad de usar sabiamente este descubrimiento, para el bien común de la humanidad en todos los países". Y el presidente norteamericano también instó a "hacer la vida mejor para todos los habitantes del planeta, no sólo unos pocos privilegiados".

Dialogando vía satélite con Blair, Clinton invitó a una nueva cooperación internacional sobre "las repercusiones legales, sociales y éticas" del descubrimiento, y bromeó sobre que él, al que apenas le quedan siete meses en la Casa Blanca, ya no podrá trabajar en ese frente. Blair tomó ese estandarte y se declaró particularmente preocupado por la necesidad de proteger la privacidad.

Final del principio

"Celebramos hoy la culminación del primer borrador del libro humano de la vida", anunció Collins, director del Instituto Nacional de Investigación sobre el Genoma Humano de EE UU y coordinador del Proyecto Genoma Humano. Lo ya realizado, añadió, no es el final de los trabajos sobre el genoma humano, sino "el final de su comienzo". Collins rindió homenaje al premio Nobel James Watson, pionero en las investigaciones sobre ADN y presente en la Casa Blanca.

Felicitado por Blair por la demostración del "mejor espíritu de competición científica" realizada por su empresa y por Collins por su "insatisfacción con el statu quo", Venter, el genio que preside Celera, resaltó la valiosa aportación de la iniciativa privada a este logro, sin la cual, dijo, "no habría sido posible este anuncio". Venter aceptó que todos los científicos, trabajen para el proyecto público o para el privado, deben compartir las informaciones de sus descubrimientos básicos sobre el genoma.

Venter señaló que los trabajos de Celera permiten afirmar que los seres humanos son muy semejantes entre sí y tienen extraordinarios paralelismos con el resto de los organismos vivos. De los 3.120 millones de datos que componen el "libro de la vida", los científicos han encontrado que el 99,8% son idénticos para todas las personas. Venter utilizó este dato para denunciar la estupidez de los intentos de discriminar a las personas por su raza o sexo. "El criterio de raza", dijo, "no tiene bases científicas". El borrador del mapa del genoma humano es con toda probabilidad la mayor corroboración científica de los principios de la democracia y los derechos humanos.

Pero el trabajo no ha hecho sino comenzar. "Ahora", dijo Venter, "empieza la fase más divertida del proyecto. Ya tenemos el orden de todos los elementos del código genético y ahora se trata de averiguar qué significan".

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