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Gore y Bush buscan vicepresidente

Al Gore y George Bush buscan ya las personas que, como aspirantes a la vicepresidencia, redondeen sus candidaturas a la Casa Blanca. En las primarias celebradas en seis Estados sureños el martes, Gore y Bush, que no tenían competencia tras la retirada de Bill Bradley y John McCain, consiguieron el número suficiente de delegados para asegurar matemáticamente que las convenciones nacionales demócrata y republicana del próximo verano los designarán a ellos como finalistas.

Hay que remontarse muchas décadas atrás en la historia norteamericana para encontrar una tan prematura designación de los candidatos presidenciales de los dos grandes partidos. Pero Gore y Bush no esperan al verano para comenzar su duelo personal. Los dos apuntan ya sus temas de campaña, se atacan directamente y buscan a las personas que incorporarán a su equipo como candidatos a la vicepresidencia.Bush maneja una corta lista. En ella figura un clásico: el exgeneral Colin Powell, que no sólo le daría mucho peso nacional a un Bush con nula experiencia en asuntos de Washington e internacionales, sino probaría su simpatía por las minorías raciales y culturales.

Elizabeth Dole, que se retiró de la carrera republicana y expresó su apoyo a Bush, es también una figura muy popular y daría al gobernador de Tejas una gran credibilidad entre las mujeres.

Si lograran cerrar las heridas abiertas durante su corto y feroz duelo en las primarias republicanas, McCain aportaría mucho valor añadido a Bush. Pero el exhéroe de Vietnam ni tan siquiera respaldó a Bush al retirarse de la carrera. Fuentes próximas a Bush también citan al exsecretario de Defensa Dick Cheney, que aportaría seriedad al equipo, y a varios gobernadores republicanos.

Lista demócrata

La lista manejada por el entorno de Gore incluye a Gray Davis, gobernador demócrata de California, el Estado de mayor peso en la final presidencial; Bob Graham, un popular senador de Florida que podría compensar el peso de la familia Bush en esta zona, y John Kerry, senador católico de Massachussets. Gore también baraja otros nombres de gran atractivo nacional.

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Robert Rubin, el ex secretario del Tesoro, confirmaría el mensaje esencial de la campaña de Gore: la garantía de la continuidad de la expansión económica. William Cohen, actual secretario de Defensa, daría fuerza bipartidista al equipo, porque es militante republicano. Y Bill Richardson, secretario de Energía y ex congresista por Nuevo México, podría ser el primer hispano incluido en una candidatura presidencial.

Los grandes eslóganes de la final ya están diseñados. "La verdadera reforma es acabar con la era de Clinton y Gore en Washington", dice el gobernador de Tejas. "El Gobierno de Clinton y Gore ha aportado a este país su periodo de mayor crecimiento económico", dice el vicepresidente.

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