El asesino del juez Falcone logra el estatuto de "arrepentido"
El Estado italiano ha otorgado el estatuto de "arrepentido" a Giovanni Brusca, considerado como uno de los padrinos más sanguinarios de la Mafia. La decisión ha reabierto la polémica sobre lo que en Italia se conoce como pentitismo, los arrepentimientos de ex mafiosos, según revelaba ayer la prensa.Brusca, detenido en 1996, fue condenado por la justicia italiana por numerosos asesinatos, entre los más conocidos de los cuales se encuentran los del célebre juez anti-Mafia Giovani Falcone, en 1992, y del pequeño Giuseppe di Matteo, de 11 años, estrangulado y con posterioridad disuelto en ácido en 1996 porque era el hijo de un arrepentido.
"Los actos que ha cometido me producen horror (...) pero la ley contempla la protección de quienes ayuden al desmantelamiento de una organización mafiosa. Y Brusca lo ha hecho", declaró Massimo Brutti, presidente de la Comisión Central de Protección a los Arrepentidos. No obstante, Brutti precisó que Brusca permanecerá en la cárcel, según el diario La Repubblica. El estatuto de arrepentido le otorga una ayuda financiera de 250 euros al mes, según la prensa.
"Me rebelo", ha declarado a Corriere della Sera Giuseppe Frigo, presidente de los magistrados. "Es un precio demasiado alto para la colectividad. Nos sentimos particularmente mortificados [por la decisión]", explicó mostrando su discrepancia con la decisión adoptada por el juez Brutti.
La hermana de Falcone
La hermana del juez Falcone, Maria, se pronunció, por su parte, en favor de "la utilización de los colaboradores de la justicia" y la concesión de una "reducción de pena" a los arrepentidos, aunque consideró que no es justo que "un asesino con cuatro o cinco penas de cadena perpetua por cumplir pueda recuperar la libertad sólo porque ha colaborado" con la justicia.
La crítica más dura vino de Salvino Caputo, alcalde de Monreale (Sicilia), que ha afirmado que "ningún Gobierno civilizado habría dado dinero y libertad a un animal como Brusca, que no dudó en robar, torturar, matar y disolver en ácido a un niño".
Gracias al programa de protección puesto en marcha por las autoridades italianas (nueva identidad, familia protegida, reducción de pena y ayuda financiera), miles de ex mafiosos han decidido romper la famosa ley del silencio (omertá) que, durante años, fue la aliada más preciada de la Cosa Nostra (la Mafia siciliana).
Este sistema, que ha permitido la detención de numerosos mafiosos gracias a las denuncias de sus ex correligionarios, ha mostrado sin embargo sus limitaciones en la medida en que algunos arrepentidos han mentido a la justicia o, una vez en libertad, han reanudado sus actividades criminales.
