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Juan Antonio SamaranchPresidente del Comité Olímpico Internacional

La carta del vicepresidente Quayle

Samaranch dejó el domingo el Palais de Beaulieu, su sala de pruebas durante casi una semana, pero trabajó también ayer por la mañana ya en la sede del COI del Château de Vidy. "Tendré otra reunión con la comisión ejecutiva", dijo, "para poner en marcha todos los acuerdos y me iré por la tarde. Llegaré por la noche a Washington y el martes lo tengo para una serie de visitas que quiero hacer: a McCaffrey, a la embajada de España y a un amigo que tengo allí. Bueno, y para preparar un poco el ambiente".Barry McCaffrey es el director de la Oficina Antidroga de EEUU y ha tenido un enfrentamiento total con el COI por la creación de la Agencia Antidopaje. Más incluso que la UE. Al final, en palabras de Samaranch "después de la Conferencia del Dopaje en febrero en que nosotros estábamos en plena crisis y en posición débil, todos nos hemos convencido, primero Europa y luego Estados Unidos, de que luchando juntos seremos mucho más fuertes".

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Pero ante la comisión del Congreso que presidirá el republicano por Michigan, Fred Upton, Samaranch quizá no hable nada de dopaje. Sí, en cambio, del viaje que hizo su mujer, Bibi, en 1990 a Charleston (Carolina del Sur) y luego a Atlanta (Georgia), invitada por la que sería sede de los Juegos de 1996. "Fue ella con una amiga porque yo no pude. Es otra de las cosas que sacan ahora. Le he preguntado si se acordaba y me ha dado incluso una carta del entonces vicepresidente Dan Quayle en la que la felicita por su presencia. La llevo en mi bolsillo para enseñarla si hace falta".

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