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Lagos asegura que el 'caso Pinochet' no influirá en las elecciones de Chile

El candidato presidencial chileno de la coalición gobernante de centro-izquierda, Ricardo Lagos, afirmó ayer que si el general Augusto Pinochet, detenido en Londres desde hace más de un año, no ha regresado al país antes del término del mandato del actual jefe del Estado, Eduardo Frei, el 11 de marzo (fecha en la que, de ganar las elecciones del próximo día 12, debería él asumir la presidencia), mantendrá una política que implica la defensa de principios y no de la persona del ex dictador.

A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales chilenas del domingo 12 de diciembre, el socialista Ricardo Lagos se declaró ayer confiado en que triunfará en primera vuelta, criticó a la derecha y afirmó que en su Gobierno los militares que quieran dar opiniones políticas se tendrán que "sacar el uniforme".Lagos agregó que será "muy exigente" para que todos los integrantes de las Fuerzas Armadas asuman el papel subordinado que les corresponde en tiempos de democracia. "Tienen el monopolio de las armas, pero el cómo y cuándo usarlas le corresponde decidirlo a los civiles", afirmó el socialista.

Durante una conferencia de prensa ante los corresponsales extranjeros, Lagos planteó que el caso Pinochet casi no ha incidido en una campaña política prolongada, considerando que con anterioridad hubo unas previas.

Si el ex dictador Pinochet sigue detenido en Londres y Lagos es elegido presidente de Chile, defenderá el principio de que la ley no puede ser aplicada extraterritorialmente, al igual que ha hecho hasta ahora el Gobierno de Frei. "No le corresponde al Gobierno de Chile defender al general Pinochet; los Gobiernos defienden principios", dijo.

También respaldó la postura del presidente del Gobierno español, José María Aznar, de separar aguas entre el camino judicial y el político. Sin embargo, descartó Lagos que la detención del general Pinochet sea producto de una conspiración internacional, algo que únicamente sostiene una "derecha poco sofisticada", manifestó el candidato a la presidencia.

Lagos acusó a su rival de la derecha, Joaquín Lavín, de proponer un plan económico que no es viable, teñido de carácter populista. Planteó que la derecha en Chile no ha cambiado ni renovado su discurso, pues ya desde mediados de siglo afirma que sus candidatos presidenciales son independientes, y lo que busca es crear únicamente "una sociedad a imagen y semejanza del mercado.

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La derecha quiere darle un "vale al ciudadano para que vaya a comprar al mercado", dijo. Un triunfo de la derecha, añadió, "crearía un gran clima de inestabilidad" y haría difícil mantener el ritmo de crecimiento económico.

Entretanto, las empresas de encuestas están divididas. Una de ellas, Gemines, en la que participa un ex ministro de la dictadura pinochetista, aseguró que Lavín ganará en primera vuelta por un 41,7% contra un 41,5% de Lagos, y en segunda vuelta por 44,5% contra un 44,1%.Otro sondeo, esta vez de la empresa internacional Mori, indica que el socialista tiene una ventaja de seis puntos en primera vuelta sobre el pinochetista y, en segunda, Lagos triunfa con un 49% contra un 38% de Lavín.

Respecto del sospechoso enclave de inmigrantes alemanes situado al sur de Santiago, denominado Colonia Dignidad, y cuyo líder, Paul Schäfer, está acusado de violaciones de los derechos humanos y pederastia, y continúa prófugo de la justicia a pesar de una intensa búsqueda, Lagos dijo que hará "todos los esfuerzos" posibles para dar con su paradero y, siempre dentro de la ley, para "dar cuenta" de qué ocurre en esta colonia, "que ha producido más dificultades que beneficios al país".

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