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Skármeta y Regàs publican dos novelas con fondo de amor y exilio

El sello Areté edita 'La boda del poeta' y 'Luna lunera'

De la posguerra española, que condenó a varias generaciones al exilio interior y también sobre el desamor habla la autora catalana Rosa Regàs en Luna lunera (Areté), su última novela, ambientada en Barcelona. En el mismo sello editorial, el escritor chileno Antonio Skármeta, autor de El cartero de Neruda, publica La boda del poeta, una novela en la que se mezclan amor, tragedia y erotismo.

Antonio Skármeta (Chile, 1940) definió La boda del poeta como una "novela fiesta", por su doble sentido: una fiesta como motivo central y porque está contada con un lenguaje festivo, que destila humor e ironía, según explicó ayer el autor en la presentación de la novela en la Casa de América, de Madrid.La acción de La boda del poeta transcurre en una isla del Adriático repleta de seres en tránsito que buscan un lugar en el mundo. Un rico y bohemio banquero austro-húngaro se va a casar con la joven más bella y solicitada de la isla. Pero lo que estaba llamado a ser un acontecimiento feliz y espectacular se pervierte por una serie de incidentes, que obligan a emigrar a muchos de los habitantes de la isla hacia Latinoamérica y EEUU. Y la boda acaba en un episodio bélico.

"Podía ser también una novela histórica, pero sin sus rígidos códigos, porque se ambienta en la Europa de preguerra, en 1913, con la destrucción del Imperio austro-húngaro de fondo", explicó Antonio Skármeta, el autor de El cartero de Neruda, llevada al cine por Michael Radford en 1995.

El erotismo ("el modo favorito de conocimiento de la edad contemporánea", según Smárketa) está presente en el romance y la boda orgiástica de los protagonistas. Para el autor, el erotismo alerta sobre la percepción del mundo e impide que se adormezca la sensibilidad. "La mayoría de estos héroes entiende la vida como un trabajo creativo y en este empeño descubren los límites de la vida", añadió Smárketa.

Pueblo sin memoria

La primera intención de Rosa Regàs al escribir Luna lunera fue crear un personaje que es más habitual de lo que se piensa, opinó ayer en la presentación: cruel, déspota y a la vez culto y religioso. La autora de Azul, premio Nadal 1994, sitúa Luna lunera en la posguerra, porque considera que se ha hablado muy poco de ella. "Sobre esa época tan opresora se ha pasado muy por encima y creo que hay que hablar constantemente de lo que nos ha ocurrido, porque un pueblo sin memoria es un pueblo perdido", declaró Regàs, quien se considera una escritora "tardía". La autora intenta ayudar al conocimiento ("no de una manera científica, sino poética") de una etapa que sacrificó generaciones de españoles cuya única salvación era la salvación poética.

Luna lunera narra la amarga crónica de una familia imbuida por los odios de la guerra civil y rota por el carácter de un hombre obsesionado y una madre que lucha por conseguir la custodia de las hijas. Para Regàs, las mujeres, muy presentes en la novela, son las principales víctimas, sobre todo las pobres.

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